Capítulo XV

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Emma.

¡¡Aaa!!, se me ha olvidado que no tengo un traje de baño presentable para ir hoy a la playa, y no quiero usar el de colegio, parecería una sosa. Llamaré a Amy para que me acompañe a comprar uno..., ¡diantres olvidé que está enferma!. Tendré que ir sola, bueno, entonces será uno sencillo, práctico y que marque mi cuerpo de una manera sensual, no quiero que Damian mire a otras chicas, sino que sólo a mí.

***

Esta tienda debe bastar, es linda, y por sobretodo barata, después de todo no tengo el presupuesto para uno tan caro.

-Srta., ¿desea que le ayude a encontrar lo que busca?- pregunta una señorita alta, rubia y espectacular, de grandes ojos mieles.-

-No se preocupe, yo buscaré sola, gracias... -no alcancé a terminar, cuando se acercó un chico de pelo castaño y ojos pardos brillantes y asechantes, -toma a la srta. de la muñeca y la mueve, a lo que a mí me pareció una forma grosera.-

-Emma, ¡¡no pensé que podría encontrarte aquí!!.
-¿Qué haces aquí Marcos, me estás siguiendo?. Dijiste que me dejarías en paz fuera de la escuela.

-No digas tonterías, sólo estoy aquí porque esta es mi tienda, es parte del patrimonio de mi familia.

-¡¡Entonces me largo!!.

-No creo que eso sea posible, juguemos un rato más mi querida Emma. Además ¿deseas comprar algo o me equivoco?.

-No te diré nada, y yo me largo-me sujeta fuertemente de la muñeca derecha y me lleva casi a rastras hacia un probador, para que no gritara tapó mi boca con una mano, y lo peor es que a nadie parecía importarle, como si todos fueran partícipe de su juego.-

-Bien Emma, ahora elige la prenda que quieras probarte, o sino yo elegiré.

Me acerqué a un bikini negro con unos labios que tenían la intención de besar en el seno, era bonito, sencillo y juvenil.

-Por lo visto te encanta el negro, te he visto salir de tu casa y de pura casualidad también era negra tu vestimenta. Se ve precioso el negro en ti, combina gracias a tu pálida piel y el largo pelo negro, pero ¿deberías probar otros colores, no crees?.-

-Estoy bien con ese, ¡ahora deja de molestarme que necesito probármelo!.-

-No lo creo, a mi me gusta ese bikini color verde esmeralda, mira sus terminaciones son preciosas, sobre todo las piedras que tiene en la parte superior y la parte baja es encantadora, además combina con tus grandes ojos felinos, te hará lucir madura y femenina.- Me sorprendió la manera tan detallada de evaluar que tiene sobre las prendas, es delicada, sutil, incluso está con una sonrisa de niño pequeño en el rostro de felicidad por ayudarme. Se ve tan lindo cuando está así, feliz, cariñoso, atento...

-Deja de mirarme muñeca, harás que me enamore más de ti.

-En que diablos estoy pensando, ¿lindo?, es el maldito hijo de puta que te está forzando prácticamente a ser su asistente, sabe tu secreto y además dice que le gustas, no creo que para algo bueno en realidad...
¿Así?, pues no me importa tu opinión, yo compraré el que a mi me gusta, toma aquí tienes el dinero.- Sus afanados ojos verdes se tornaron fríos y despiadados.-

-¿Quién dijo algo de dinero?, no es necesario que lo pagues, pero no llevarás ese, ¡¡sino que te regalaré el que a mi me gusta!!, ¿lo entiendes?.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora