Amor Prohibido

Capítulo VII

Damian

-Era domingo en la tarde, Jemmy ya ha regresado a casa y estoy aquí recostado en la cama, son las 17:30pm., todo indica que debo ir preparando la cena, Emma no lo haría si es por ella, comería todo el día tonterías..., pero mi cuerpo está pesado, mi mente nublada y exasperada, me inclino hacia un lado y nada parece reacomodarse, mi cuerpo empieza a entrar a una temperatura mayor a la normal, mi respiración se agita y me debilito por completo, -mi cuerpo está febril-, bufo; no me gusta sentirme indefenso, débil, desprotegido; siento ira de sólo sentir que necesito a una persona a mi lado, cierro lentamente los pesados párpados... -"estoy acostado de la misma forma, en una cama de sábanas blancas almidonadas, mi garganta carraspea y el cuerpo me arde, si me arde, me enciende tanto que mi mente se oscurece y la cabeza me bombea como un tambor inquieto, mi aliento se apaga, quiero estar solo, me siento solo...

Mentira, quiero estar a su lado, quiero estar al lado de alguien, deseo una cálida mano en mi frente y un tibio aliento preocupado. Entre la niebla confusa de mi mirada la observo allí parada, con una linda sonrisa animada, un cabello largo y sedoso; y por supuesto esa mirada traviesa, -me toma de la mano-, me dice que todo estará bien, que no me preocupe, que mamá llegará en cualquier momento a ayudarme, sólo debo dormirme. Me duermo sintiendo su tierna mano en la mía, su respiración algo agitada pero tranquila, su aliento me produce un cosquilleo en la coronilla,-sonrío-. Ella se veía preciosa cuando era una pequeña niña.

Emma!!!, despierto agitado alzando su nombre, me sobresalto y me reincorporo rápidamente, tanto que me mareo repentinamente, mi cuerpo cae al suelo.

Emma

-Me dispongo ir a la ducha, son las 14:30pm, Amy debe estar ya en camino, corro hacia la bañera y me doy una ducha corta pero esencial, tomo la esponja y la enjabono, paso suavemente toda la esponja por mi cuerpo, desde el cuello hasta los pies, la remojo y la vuelvo a enjabonar, moldeo mis senos y la paso suavemente por mi sexo, el cual se estremece al contacto con el elemento cálido y suave; me gusta, se siente bien y ligero, una paz interior me invade, mi mano se desliza en mi vientre. La mano izquierda acaricia mis senos y la derecha le ayude invadiendo mi intimidad; el agua tibia se va convirtiendo de a poco en caliente, cae ligera y tranquila por mi cuello, desde el dorso hasta mis pantorrillas, se cuela juguetona en el alcantarillado., mientras los dedos suavemente se inclinan al sexo, primero uno, luego el otro, un impaciente pero tierno movimiento que de a poco en poco se vuelve rápido, sensual y enérgico, sigo, abro las piernas..., me inclino hacia adelante y pongo una mano en la pared para apoyarme, la otra sigue jugando con mi cuerpo, más fuerte, tan fuerte, los gemidos empiezan, si comienzan a inundarme y un frenesí me corroe..., el orgasmo me invade y con él me resbalo, caigo rendida al piso con las piernas hacia adelante, la agitación entrecortada, las palabras enrolladas y el cuerpo tambaleante. Me apresuro y salgo de la ducha. Realmente era importarte masturbarse, me ayudaba a relajarme y liberar estrés.

Me pongo unos jeans rotos por todas partes de color negro que se ciñe desde la cintura hasta mis tobillos, una blusa semi-transparente color caqui y unas sandalias a juego, unos largos aros dorados decoran mis orejas y un fino collar del mismo color adornan mi cuello, me maquillo suavemente con rubor,labial y rimel, nada presuntuoso, inocente pero coqueto. Estoy lista esperando a mi amiga.

Amy

Voy llegando a su casa apresurada, casi corriendo, deseo ver a mi mejor amiga pronto, el otro día con el enfrentamiento de Alex me dejó con un sentimiento de extrañeza y miedo, cuando Emma empieza una bronca con alguien no la termina hasta que acabe en un gran conflicto; además no quiero que discuta con ese tipo de mala muerte, mujeriego y cruel. Voy llegando a su casa, me aproximo a la puerta y me dispongo a tocar el timbre.