Tu y yo (Free! One-shots)

Rin Matsuoka 3

Neir los miró confundidos.

Acababa de salir de las duchas y se encontró a su hermana y a su capitán, ambos sentados en las gradas mirando hacia sus propios pies, estaban sentados considerablemente lejos el uno del otro y ninguno decía nada.

-¿Ya nos vamos?- hablo confundido por la repentina actitud de ambos.

-¡Si!- grito ella parándose de un salto.-N-no vemos Rin-

-Gracias por el pastel- susurro con la voz ronca.

A Neir no le paso desapercibido la forma en la que ella le tomó de la mano y prácticamente le arrastró fuera, parecía ansiosa.

-¿Sucedió algo one-chan?-pregunto curioso.

-Nada- río entre dientes, nerviosa.

Definitivamente algo paso, y el estaba dispuesto a averiguarlo.

...

Un par de minutos después de conducir la (cdo) estacionó el coche a solo unos metros del restaurante de comida rápida que eligió su hermano, ambos bajaron y se dirigieron dentro.

-Papá se molestará cuando sepa que tomaste el auto- dijo el pequeño medio burlándose.

-Ya lo he hecho antes- se encogió de hombros - no creo que lo note-

-Casi parece que te gusta meterte en problemas- Dijo riendo.

Ella suspiro entre risas, siempre había sido así, ella la problemática y el era el respetuoso por la "ley".

Ambos ordenaron unas hamburguesas y se sentaron a comer en una mesa junto a la ventana, no había mucha platica, eran de esos hermanos que disfrutaban de los silencios cómodos y también reían con cada travesura realizada.

Sin embargo esa noche era un silencio tenso.

Así un poco después de comer y hablar de cosas sin mucho sentido decidieron ir a casa, su padre les recibió con un fuerte abrazo y también una mirada reprobatoria al verles en el auto.

-De todas formas obtendre mi carner de conducir en un par de meses- fue la única respuesta que consiguió de la (cdp).

...

Miró el reloj.

4 A.M.

Se levantó con mucho cuidado de no hacer ruido y a paso silencioso tomó las llaves de la casa y las del auto, recolecto unas hermosas rosas azules que crecían en el jardín con ayuda de fertilizantes con colorante y las junto en un ramo con las bonitas margaritas que había en la entrada.

Se subió al auto con el ramo en mano y partió rumbo al cementerio, miro el camino mientras recordaba su infancia junto a su madre.

Los juegos, las risas, las bromas, su madre cocinando, su madre en el suelo de la cocina, las lágrimas en el hospital, el diagnóstico y ver a su madre débil en esa cama donde estuvo varios meses antes de pasar a la otra vida y sus últimas palabras.

"Comete tus propios errores, remiendalos antes de que pierdas eso que de verdad amas confío en que jamás dejarás de sonreir "

Una lágrima bajo de su mejilla y la limpio de inmediato, aun no terminaba de entender a que se refería con aquellas palabras, pero quería descubrirlo.

Bajo del asiento de piloto y todo el ramo entre sus dedos, maldijo para si misma cuando una de las espinas de las rosas corto su dedo, saludo a Deave y entro en busca del recordatorio de su madre.