Tu y yo (Free! One-shots)

Momotaru Mikoshiba 4

Se dejó caer en una piedra y suspiro cansinamente.

Ir viajando por todo Japón la tenia cansada tanto física como mentalmente.

Extrañaba a su Momo.

Hiso mentalmente la cuenta de cuanto dinero le quedaba, no tenia demasiados gastos, solamente comida y alguna que otra cosa necesaria, había comprado una pequeña bolsa de dormir por que prefería ver el paisaje nocturno a quedarse en un hotel, hacia mucho ejercicio y además había recorrido la mitad de Japón a pie, de vez en cuando entraba en algún lugar para usar una computadora y preguntarle a Seiyuro como se encontraba su novio, con la condición que el no le dijera nada.

La respuesta era siempre la misma.

Ido.

El hermano de su novio se refería así hacia Momo, decía que apenas hablaba y se perdía continuamente en sus pensamientos, más no parecía estar triste, solo se sentía un poco abandonado.

A pesar de mantener contacto con Seiyuro se limitaba a preguntar como iban las cosas, como estaban todos y que hacía Momo.

Ya hacian 24 días de que se fue, se la pasaba de un lugar a otro, teniendo pequeños trabajos de un día o dos para poder seguir así, en ese momento la (cdp) se encontraba en Yokohama una ciudad vecina de Tokyo, donde quería llegar en primer lugar, calculo que le tomaría un día o dos tal vez llegar ahí, luego de eso ya vería que hacer.

Tenia el extraño presentimiento de que encontraría las respuestas con su abuela, ella había sido quien le había inculcado sus valores de pequeña, quien siempre la apoyaba en lo que deseaba, sin embargo cuando tubo que volver a Tokyo las cosas se pusieron mucho más lúgubres para la (cdo).

Momo, quien se encontraba en la ducha, pensaba sobre lo que había oído en el entrenamiento de porristas, las chicas de otros cursos especulaban de su ida, y como eso afectaría al equipo, puesto que solo faltaban dos días para el campeonato y sin su capitana y top principal no podrían presentarse.

El pelinaranja estaba confundido, entendía a su novia, sabía que era de esas personas a las que les había que dejar su espacio, pero también sabía que era impulsiva y pasional, jamás había faltado a un torneo, ni mucho menos dejado a sus compañeras por su cuenta, se preguntó cuando volvería y si su partida tendría que ver en parte con el.

Los padres de ella lo habían llamado, preguntándole sobre su paradero, más sin embargo el tampoco lo conocía y sabia que ella no quería ser encontrada.

Había leído su diario 3 veces, sorprendiendose de lo profundo de sus pensamientos y lo detallado de su vida en el.

Gracias a eso el podía comprender la mejor.

Su vida era incluso más dura de la que el creía, pero aun así el solo podía esperar a verla y cuando lo hiciera iba a abrazarla hasta que los brazos se le cansasen.

-¿Momo, sigues ahi?- la voz del ex capitán sonó a través de la puerta, puesto que había venido de visita en la semana libre de la facultad.

-Ya salgo- se limito a decir, y 5 minutos después ya estaba vestido y listo.-¿Que pasa ni-chan?-hablo con la toalla en sus hombros.

-Creo que (t/n)-san va a venir al torneo de pasado mañana- directo al grano.

-¿T-tu crees?- trago saliva, sintiéndose ansioso de repente.

Su hermano asintió.

-¿Sabes que día cae el torneo?-Momo miró el calendario y dio un salto al ver el círculo en rojo.

-El día que nos conocimos...-golpeó su puño contra su cabeza, re prendiendo se a si mismo por no haberse dado cuenta antes y sin más corrio.

Alguien debía parar los pensamientos descabellados de Momo.

Aunque ya era muy tarde.

Estaba a punto de cometer una locura.

...

El día del torneo, a las 8 de la mañana para ser más exactos la (cdp) estaba esperando fuera de la casa de su abuela, en cuanto la puerta se abrió el rostro de la mujer enbozo una sonrisa inmensa, identificando de inmediato el rostro de su única nieta, a la que no veía hacia más de dos años.

-Por dios, pequeña cuanto has crecido- avanzó hasta ella y la estrecho entre sus brazos.

-Hola Abu...-hablo ella, en medio del cálido abrazo. -Yo también te extrañe, tengo tanto que contarte - suspiro.

De inmediato pasaron adentro de la casa, había muchas cosas que debían decirse luego de tanto tiempo, sin embargo, cuando sonaron las 4 de la trade, ambas salieron de allí.

La (cdp) sabía que tenía que hacer, y junto a su abuela y confidente tomaron el primer tren rumbo a iwatobi, rezando para poder llegar a tiempo.

Las chicas del club de porrismo se encontraban desesperadas, y Momo también, todos esperaban la mágica aparición de la capitana del equipo, creían fervientemente que ella no las abandonaría, todas llevaban el traje puesto y apenas faltaban 15 minutos para entrar, pero sin su miembro más importante seria imposible pod-

-¡Llegue! ¡Ya llegue!- exclamó la capitana entrando por las puertas del gymnasio y asomando las en el proseso.

Todas sus amigas y cadetes corrieron a abrazarla, más el momento no duró mucho, la vocina las llamo y corrieron llenas de júbilo a bailar como siempre.

La coreografía iba a la perfección, Momo seguía escondido tras el parlante, viendo a su novia bailar tan animadamente con el amaba, estando cada vez más seguro de su descicion.

Entonces, Seiyuro entro en acción.

Corrió hacia el hombre que ponía la música y lo tackleo, tirando lo al suelo y cortando la música, las porristas dejaron de bailar, y la mascota del equipo entro al ecenario con un gran traje de ¿Nutria? la mayoría de las chicas salieron de ecena, confundidas y algunas un poco frustradas.

(T/n) río, observó a la mascota acercarse a ella y correr a su alrededor, ella penso que era una broma.

Hasta que se quitó la cabeza.

Sus ojos se llenaron de un brillo especial al ver a Momo salir del traje con dificultad, se tiró a abrazarlo sin importar toda la gente que les miraba, un beso furtivo fue posado en los labios de la chica en cuanto el pelinaranja tomó el micrófono.

-Hoy cumplimos 17 años que nos conocemos- comenzó el, nervioso - y el mes pasado no me dejaste darte tu regalo por tus 18-se corto a si mismo viendo como sus manos sudaban.

-¿Momo?-ella le hablo en voz baja, sin entender que quería hacer.

-¡Vamos nutria!- el grito de su hermano lo ayudo a continuar.

-Cuando te fuiste sin mi, me sentí más solo que nunca, y ahora que ambos cumplimos la mayoría de edad me voy a permitir ser egoísta- el público comenzó a murmurar, poniendo más presión en la cabeza de la pareja.

-Momo ¿Que haces?- pregunto confundida.

El no respondió, solo se arrodilló y con manos seguras saco una pequeña caja de su bolsillo.

-No te quiero compartir con nadie - trago duro, esperando una respuesta favorable.

-Momo...-sus ojos se llenaron de lágrimas, sin creer lo que veía.

-Casate conmigo-

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Holasssss

¿Alguna de ustedes tiene una novela?

Bueno, espero les haya gustado.