Larry or Zarry

Louis Tomlinson

Entré a los vestieres, seque mis lágrimas de dolor y busqué mi casillero. Me quité la ropa con pesar, no tenía fuerzas, el dolor me comía por dentro. Me puse una camiseta blanca de mangas largas y sobre ella el uniforme. Solté un llanto seco y me coloqué mi casco, aún tenía mis ojos rojos, no quería que ninguno de mis compañeros lo notaran puesto a que me interrogarían y no sabría como responderles.

Guardé mi mochila en el frío casillero de metal y me dirigí al húmedo campo de fútbol. Entré con un poco de vergüenza, Louis se estaba estirando mientras que Liam corría. Justin y los demás tomaban agua y yo me acerqué a ellos.

-Hola Harriet- dijo Justin burlón.

-Hola Justin-

-Hola Potter- dijo Taylor (Lautner) mientras que Jaden reía.

-Hola idiotas- mencioné y me senté junto a ellos a observar cómo se estiraban los demás jugadores.

El crudo sonido del silbato del entrenador nos aviso que era momento de entrar al campo. Me acomodé el casco y nos ordenamos en dos grupos. Íbamos a jugar un partido de práctica.

Mi equipo vs el de Louis.

Todos luchábamos, Justin vs Liam, Jaden vs Taylor y el resto tratando de protegerme para anotar.

He corrido dos veces, logré anotar en una, mientras que en la otra anotó mi compañero de equipo Justin.

El marcador iba par, ya faltaba poco para que acabara la práctica, todos los jugadores estábamos cansados y sudorosos, pero ansiosos por ganar. Era un momento crítico donde nos daríamos cuenta de quienes son los mejores del equipo.

Lanzaron el balón, corrí a gran velocidad por él, salté alto y logré arrebatarlo de la vista de Liam. Comencé a correr. Mis piernas temblaban de lo cansadas que estaban, pero yo seguía corriendo, con la ilusión de anotar y ganar. Cada vez veía la meta más y más cerca, mis ojos brillaban como estrellas y mi garganta se preparaba para gritar la victoria. Pero un cuerpo bajo y musculoso me lanzó al fétido y blando pasto cayendo sobre mí, amortiguando su caída y tomando mi esperanza, mi esperanza de ganar. El dolor subió por mi espalda mientras que el casco golpeaba mi nariz.

-¡Hijo de puta!- grité y observé a mi vencedor, Louis.

Se levantó con tranquilidad y me extendió su mano. La tomé sin pensarlo y me levanté lentamente, no quise mirarlo, me quité el caso. Me di una pequeña rascada y comencé a caminar hacia las duchas.

Esperé a fuera, como siempre, para no incomodar a nadie. Me quité la camiseta y noté un gran moretón en mi espalda, tenía vida propia porque a simple vista te dabas cuenta de que estaba palpitando como un corazón.

Sentí un escalofrío subir por mi cuerpo, era la sensación que el hielo me trasmitía. Volteé a ver quién era aquel que me curaba y me di cuenta de que fue el mismo quién causó la herida.

-Lamento haberte herido- dijo haciendo más presión con el hielo.

-No te preocupes- sonreí - Es solo un moretón-

-Que modesto eres- me mostró su sonrisa.

-No es enserio- insistí.

-Ya basta y déjate curar- rió.

-Louis- suspiré.

-¿Qué sucede?- me untó un poco de crema en el moretón.

-Tu -tu propuesta- me temblaron las manos -¿Sigue en pie?-

-¿Qué propuesta?- dejó de curarme para verme la cara.

-Tú sabes- reí con nerviosismo - La de ir al baile, juntos-