Capitulo 24 - Los cerezos se sumergen en el agua (mini cap.)

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Era una mañana tranquila de primavera. Sakura paseaba tranquilamente por un bosquecillo de cerezos. Los pétalos rosas viajaban por la suave brisa del viento, que acariciaba su pelo. Encima de una de las ramas de aquellos árboles, se encontraba tumbado Suigetsu. Sakura paró su paso.

Sakura: ¿Qué haces ahí arriba?

Suigetsu: Al igual que tú, estoy disfrutando del paisaje.

Suigetsu dio un salto, bajando del árbol.

Sakura: Eso es raro en ti, solo piensas en espadas y diversión.

Suigetsu se fue acercando a ella, Sakura a la vez se alejaba, hasta que uno de los cerezos se lo impidió. Suigetsu cogió suavemente uno de los mechones de su cabello. La otra mano estaba contra el árbol, impidiendo a Sakura escapar, la cara del albino estaba muy cerca de la de ella.

Suigetsu: Es que me gusta Sakura.

Dijo para confundirla, ya que podía ser ella o la flor. Sakura se avergonzó, y lo empujo un poco, mientras cerraba los ojos.

Sakura: De-déjame, estúpido tiburón.

Suigetsu: Los estúpidos tiburones no paran hasta atrapar a su presa.

Le gustaba burlarse de ella, sabía que era una chica con carácter y decidida, creía que iba a ser igual en el amor, pero era algo tímida. Sakura le estaba dando la espalda, se acercó a ella, rodeando con sus manos su cintura, acercó su rostro, sus labios estaban cerca de su oído, y empezó a susurrarle.

Suigetsu: Sabes que no te puedes resistir a mí, conejita.

Sakura: ¡Que no me llames así!

Suigetsu le mordió el cuello y luego lo lamió para minimizar el dolor.

Sakura: ¡Ay! ¿Por qué me muerdes?

Suigetsu: Porque es más fácil comerte conejita, tu piel es suave y me pide a gritos que la toque.

Suigetsu le lamia sensualmente el cuello, haciendo estremecer a Sakura.

Sakura: Pa-para.

Intento zafarse del agarre, pero Suigetsu cogió su mano, acercando su cuerpo, y la puso frente a él.

Suigetsu: No intentes resistirte, esta vez no.

Se acercó a su rostro, la beso apasionadamente, Sakura gemía ante el contacto de sus lenguas, entrelazándose entre ellas. Suigetsu hizo el contacto más profundo, atrayendo con su mano el cuerpo de Sakura. Después de un rato separaron sus labios, para poder coger aire. Sakura apoyo su cabeza en el pecho de Suigetsu, su respiración estaba muy agitada.

Suigetsu: ¿Fue demasiado para ti conejita?

Sakura: Siempre haces lo mismo, juegas conmigo.

Suigetsu cogió su rostro para que lo mirara a los ojos. Se puso serio.

Suigetsu: No estoy jugando contigo.

Sakura: (¬¬) Mientes.

Suigetsu: Escúchame bien, yo te quiero mi conejita, puede que me guste hacerte de rabiar, pero eso no significa que no haya sido serio en todo este tiempo.

Sakura lo beso repentinamente, rodeando el cuello de Suigetsu con sus brazos. Suigetsu abrió los ojos sorprendido, pero luego los empezó a cerrar poco a poco, disfrutando de aquel tierno beso que le daba Sakura. Sus labios se rozaban tiernamente, sus mentes solo pensaban en aquel contacto.

Sakura: Yo también te quiero.

Sus palabras eran susurros entre besos.

Suigetsu: Lo sé, y a pesar de ello me costó capturarte, eres muy escurridiza, conejita.

Volvieron a unir sus labios, sus besos eran lentos y suaves, demostrando su amor. Los pétalos rosas de los cerezos los envolvían junto con el viento.

El comienzo y el final (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora