El comienzo y el final (yaoi)

Capitulo 35 - Festival.

Después de aquel incidente no paso nada malo, Taigaken volvía a ser aquel niño alegre y responsable, solo que ahora estaba más atento, por si pasaba algo. Los mellizos hubo un tiempo en que no querían estar solos y dormían con sus padres y Taigaken se les unía. Al bosque no le tenían miedo, ya que era en el sitio donde mejor se sentían.

Sasuke: Taigaken.

Taigaken: Sí papa.

Sasuke: Toma, esta es tu propia espada.

Taigaken: ¿Pero, por qué?

Sasuke: Considero que ya estas lo suficientemente preparado, tanto física como mentalmente.

Taigaken: Gracias papa, te prometo cuidarla.

Sasuke: Esa espada pesa más que una de madera, así que tendrás que practicar para aprender a controlarla.

Taigaken: Estoy deseando empezar.

Sasuke le revolvió el cabello y sonrió tiernamente.

Sasuke: Estoy muy orgulloso de ti, chibi.

El caluroso verano finalizaba, y con ello empezaba el mes de septiembre. Para finalizar esta estación, había un festival en Konoha y todos los niños tenían deseo de ir, y jugar en todas las atracciones.

Sasuke se puso un kimono negro, con una pequeña cinta roja. El de Naruto era blanco, con una cinta negra con detalles rojos, fue difícil ponérselo debido a la barriga. A Taigaken le pusieron el mismo kimono que a su padre. Los mellizos sin embargo llevaban un kimono rojo intenso, con una cinta negra.

Naruto: ¡Ya estáis todos listos!

Taigaken, Toshiki y Ryuta: ¡Sí!

Salieron de su casa para encaminarse al festival.

Ryuta: Papa, papa, caballito.

Decía el pequeño Ryuta mientras alzaba sus bracitos.

Sasuke: (Suspiro) No tienes remedio.

Sasuke lo subió en sus hombros, Toshiki iba de la mano de sus padres, y Taigaken al otro lado de su papi.

Toshiki: Papa, Taigaken- oni-chan ¿Por qué lleváis las espadas?

Sasuke: Siempre hay que llevarlas, nunca sabes cuando el peligro acecha.

La gente de Konoha los miraba por las calles, a pesar de solo tener 21 años ya tenían tres hijos y otro estaba en camino. Se sorprendían de que aquel amargado desertor se hubiera vuelto un buen padre, que consentía a sus hijos.

Llegaron a una gran escalera, que subía hacia un templo, donde estaba el festival. Al verla los mellizos se emocionaron, los dos la subieron corriendo a 4 patas como si fueran animales.

Naruto: ¡Toshiki, Ryuta esperar!

Taigaken: Demasiado tarde papi.

Sasuke: Naruto, estarás bien subiendo todas estas escaleras.

Naruto: Tranquilo estaré bien, ahora hay que preocuparse de esos dos locos.

Subieron la escalera pero no los vieron por ninguna parte.

Naruto: ¿Se abran perdido?

Ryuta: Os tardasteis en subir.

Toshiki: Sois muy lentos, os estuvimos esperando.

Su voz provenía desde lo alto de uno de los árboles.

Sasuke: Venga chicos bajar.

La gente miraba un poco aterrorizada a los pequeños, por miedo a que se cayeran. Ryuta se tiro del árbol, creando gran terror, intento llegar a los hombros de su padre, pero no atino. Sasuke lo cogió en el aire y lo puso en sus hombros.

Sasuke: Tienes que tener más cuidado Ryuta.

Naruto: ¿Y Toshiki?

Toshiki: Estoy aquí papi.

De repente apareció a su lado.

Naruto: ¿Cuándo volviste?

Toshiki: Hace un rato.

Naruto: Mejor no pregunto.

La gente se quedo estupefacta al ver aquella escena, para la pareja era algo un poco del día a día, pero no es normal que niños de dos años se suban de un árbol y se tiren de él sin quedar ilesos, aunque sean ninjas.

Sasuke: Taigaken ¿quieres que te enseñe a disparar?

Taigaken: Si.

Fueron a una casetilla de disparo, Sasuke dejo a Ryuta encima del mostrador, Toshiki subió a él dando un salto. Sasuke cogió en brazos a Taigaken y lo posicionó, y dieron unos disparos. Los mellizos se asustaron mucho por ese ruido y Ryuta empezó a llorar.

Sasuke: ¿Qué te pasa pequeño zorrito de fuego?

Ryuta: No me gusta, buaa, asusta, no quiero.

Sasuke lo cogió en brazos y lo puso en su pecho, acariciándole la espalda para calmarlo. Naruto cogió a Toshiki abrazándolo con delicadeza y tranquilidad. Toshiki pronto se calmó, pero Ryuta no paraba de llorar.

Taigaken señaló un puesto de algodón dulce.

Sasuke: Mira Ryuta, no quieres algodón dulce.

Ryuta: Snif, ¿Qué es eso?

El tendero les dio cuatro algodones de azúcar, uno para Taigaken y Toshiki, otro para Naruto y el último para el pequeño Ryuta.

Tendero: Toma chiquitín no llores.

Ryuta cogió el palo extrañado.

Ryuta: ¿Se come?

Sasuke: Sí, pruébalo veras como te gusta.

Toshiki: ¡Esta muy rico Ryuta!

Taigaken: ¡Es dulce!

Ryuta le dio un bocado y sus ojos se iluminaron.

Ryuta: ¡Esta bueno!

Naruto y Sasuke se rieron, sus pequeños no sabían casi nada del mundo. Fueron a visitar los diferentes estantes, los mellizos se pusieron mascaras de zorro, los dos eran muy lindos. Vieron un estante con peces de colores y los niños los estuvieron mirando por un rato.

Taigaken: Son hermosos.

Ryuta: ¡Yo quiero uno!

Sasuke: Yo te lo...

Pero Ryuta los intentaba cazar con las manos.

Naruto: ¡Ryuta no!

Ryuta: ¿Por qué?

Taigaken: No puedes cazarlos.

Ryuta: Jo.

Ryuta se abrazo a su padre enfadado por no dejar capturar el pez.

Vieron todo el festival, los pequeños ya se estaban durmiendo y decidieron volver a casa, habían tenido muchos descubrimientos y experiencias en aquel día.