Teyawar: "Malditos, ¡Ag! mi mente se está empezando a quedarse en blanco, estoy perdiendo mucha sangre por culpa de la espada de ese bastardo de Uchiha Sasuke"
A lo lejos se podía ver como dos personas llegaban rápidamente al tétrico lugar. Naruto y Sasuke no se alteraron, ya que sabían de quién era aquel chakra. Llegaron al lugar observando la escena, un rubio, realmente enfadado se acercó a Teyawar, mirándolo con ojos amenazantes.
Deidara: Quiero... ¡hacer explotar tu jodida cabeza hijo de ------¡
Deidara no dejaba de propiciarle golpes, desquitándose con él, Teyawar apenas sabía quién le estaba atacando, su vista estaba ya muy borrosa. Itachi se arrodilló junto a la familia.
Itachi: Ha debido de ser muy duro para ambos.
Himeko: (llora) T-tío Itachi...
La princesa rubia abrazó con cariño a su tío, mientras sus lágrimas no dejaban de escaparse de entre sus claros ojos azules.
Itachi: Dei, para ya, lo necesitamos vivo.
Deidara: ¡Le haría explotar en mil pedazos! ¡Le arrancaría la piel! ¡No quedaría nada de él!
Sasuke: Créeme, ese plan no suena tan mal.
Kurama: Estoy de acuerdo.
Naruto: ¿Cómo sabíais donde estábamos?
Itachi miró tiernamente a Himeko con una sonrisa.
Itachi: Fue gracias a la blanca zorrita de esta pequeña.
Himeko: ¿¡Yukiko os encontró!?
Deidara: Sí, así es.
Sasuke: Es mejor que vayamos a casa cuanto antes, y nos llevemos a este tipejo.
Deidara: Mandé una paloma mensajera al cuartel del Hokage, para que vinieran aquí.
Naruto: Seguramente Shikamaru ya la ha leído.
Himeko: En el escondite todavía quedan muchos subordinados, aunque no parecen demasiado fuertes.
Naruto: Dejare un clon aquí para que se encargue de todo.
Itachi: Es mejor si volvemos volando a la aldea, los niños están cansados, y tampoco podemos dejar que nos descubran.
Sasuke: Sí, será lo mejor.
En un ave hecha de arcilla, por el rubio, subieron Itachi, Teyawar y él. Sasuke invocó uno de sus halcones y subió a su familia. Tsuyoshi no pronunció palabra alguna, sin embargo, sus pequeños brazos, por alguna razón no podían separarse de aquel que decían que era su papi. Veía como Sasuke, "su padre", acariciaba los mechones doradizos de su hermana mayor, sosteniéndola entre sus brazos, acobijándola e intentando proporcionarle consuelo. Él, se aferraba a las vestimentas de su papi, que lo envolvía entre sus brazos.
Durante el viaje la cara de Himeko poco a poco iba cambiando conforme llegaban a la aldea, a una cada vez más animada e ilusionada de poder volver por fin a aquel lugar.
Tsuyoshi solo tenía vagos recuerdos de todo aquello, apenas lucidos o sin estar algo distorsionados. Pero aquel lugar de alguna forma le hacía sentir nostalgia.
Su hogar, no tenía ocupadas las casas a su alrededor. Todavía tenían ese punto de intimidad, con el que podían sentirse a gusto.
Las dos aves aterrizaron en el jardín de la vivienda. Por Teyawar... no había de que preocuparse, Naruto con uno de sus clones, cuando estaban en el aire, lo cogió como un saco de patatas, y se encargó de él.
Los niños antes no se encontraban todos en casa, pero en cuanto percibieron el inconfundible chakra de sus hermanos, no dudaron en regresar.
Las dos aves empezaban a rozar la hierba con sus patas, agitando las alas cuidadosamente, para no bajar de un golpe brusco al suelo, entonces las encogieron junto a su cuerpo plumado.
No le dio ni tiempo a bajarse, cuando sintió que un cuerpo fue hacia ella, tirándola al suelo. Al abrir los ojos pudo ver un pelo revuelto y puntiagudo, de color azabache.
Soun: Nunca te soltare, mi princesita.
Decía aferrándose fuertemente a ella.
Himeko: S-So...un, Soun, Soun (las lágrimas volvían a brotar, sus ojos ya estaban algo enrojecidos) ¡Soun oni-chan!
En un abrir y cerrar de ojos, notó como un montón de brazos la rodeaban.
Taisei la miró con sus tiernos ojitos azules llenos de lágrimas.
Taisei: ¡Himeko one-chan, no vuelvas a desapareces nunca!
Taigaken: (lágrimas contenidas) Te prometo que no dejare que esto vuelva a pasar en la vida.
Aiko y Hana: ¡Oneee-chan!
Las pequeñas lloraban como nunca en su vida lo habían hecho, sus ojitos negros, parecían que tenían destellos, como el cielo en la noche, a la caída del sol, provocado por las estrellas, debido a sus cristalinas gotas.
Toshiki y Ryuta: ¡Mataremos a cualquiera que se te vuelva a acercar!
Ryuta: (llora como bebe) ¡Hermanita!
Himeko: Yo-yo (snif), os eche mucho de menos.
Taigaken: Espera ¿¡Donde está Tsuyoshi!? ¿¡Aún lo tienen retenido!?
Himeko negó con la cabeza, aliviando el corazón de sus hermanos, y señaló en la dirección donde se encontraban sus padres y sus tíos. Todos los niños miraron en esa dirección, viendo a su pequeño hermano de alas negras, que los miraba con odio y desconfianza, algo, que hizo estremecer el corazón de sus hermanos.
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El comienzo y el final (yaoi)
FanficEn EDICIÓN Es la cuarta guerra ninja entre los akatsuki y la alianza shinobi. En la batalla final Naruto y Sasuke se van a enfrentar, pero algo le ocurre a Naruto para no poder pelear bien, y es que en su vientre lleba a un Uchiha. Sasuke tendrá qu...