¡Hola! Se que tarde mucho, ¡muchisimo! pero aqui estoy con un nuevo capitulo. Espero que les guste. Estoy alegre porque esta historia comienza a tomar su forma. Estoy satisfecha con lo que he hecho. Esta ves me contentaria muchisimo con que me cuenten si les va gustando el ritmo de la historia.
De igual forma quiero agradecerle Yilmart a por su apoyo a la historia y las demas chicas que me siguen. Ustedes son el corazon de esta historia.
Saludos desde Venezuela.
-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
No hay nada mejor que helado de chocolate y vainilla junto a una película que tenga un protagonista con buenos músculos para terminar de matar el domingo.
Definitivamente el domingo era un día extraño. En mi opinión es un día bueno de 10 de la mañana a 2 de la tarde. A esa hora aun estas saboreando los últimos momentos de libertad que tienes antes de entrar a la cueva del diablo (Instituto/tareas/responsabilidades académicas, etc).
Todo es muy diferente cuando comienza a caer la tarde y te das cuenta que las tardes de los domingos son las mierdas mas aburridas que existen en la faz de la tierra, y es incluso peor si a las 9 de la noche recuerdas que tenias una tarea larguísima pendiente para el viernes. Ante este problema solo hay una expresión usada por los estudiantes.
¡MIERDA!
Claro! La situación empeora considerablemente si tienes una situación caótica y potencialmente rompecorazones para enfrentar el lunes en la mañana. Un amigo puto que en el fondo no quieres que sea solo amigo, una zorra que juro arruinar tu vida social y un sujeto que ni tu misma sabes que te inspira, es un panorama desalentador. Intentaba buscar desesperadamente una excusa para no ir mañana a clases, pero la realidad era que si no iba me aburriría todo el día como un puto hongo venenoso y tendría que dar la cara el martes, lo cual únicamente aumentaría el nerviosismo y la ansiedad. Moraleja: Estoy jodida.
Era impresionante la preocupación exagerada de Antonio. El chico pasó de ignorar mi existencia a bombardear mi celular con mensajes estúpidos cada 2 horas preguntándome si le había contado a alguien lo que vi y diciéndome que tendría una muerte horrible si lo hacía. Por otro lado Franco me había escrito para invítame a una fiesta donde estarían sus amigos y disculpándose porque no había podido conocerlos en la tarde (por mas ridículo que pareciera, aun tenia la idea de que podían ser una pandilla gay).
¡Eran demasiado intensos los dos! Hacia algunas miserables horas que los había visto y ya me aniquilaban el buzón de mensajes. Solo faltaba que la pequeña amenaza destructora de las cocinas arremetiera contra mi.
-Nunca me contaste que fue lo que paso el día de la fiesta – me tiro un zapato para devolverme a la tierra, voltee a verla enarcando una ceja.
Tome el zapato de nuevo y se lo lance de vuelta sedienta de venganza.
-¡Hey! ¡No puedes lanzarle zapatos a una embarazada! Es ilegal – chillo apuntándome con un dedo.
-No me jodas es mentira! ¿Además porque coño me tiras un zapato? - exigí saber.
-Porque te estoy hablando y seguro por pensar en hombres desnudos no me estas prestando atención.
Me cruce de brazos.
¿Hombres desnudos? Arrugue la cara. Si pensara en hombres desnudos pensaría de inmediato en Matias. Si, si ya se que el muy puto se merece que lo encierre en un cuarto con Adolfo Hitler o con cinco negros violadores y azotadores, ¡¡pero no puedo evitarlo!! ¡Soy una idiota mujer masoquista! Debería lanzar al río Amazonas al muy maldito y que se lo coman las pirañas o darle de tomar algo que lo deje impotente. Pero soy estúpida, ¿qué puedo hacer? Cuando pienso en el lo primero que veo es su sonrisa deslumbrante y en el calor que emana su cuerpo. Tomare cloro o vomitare hasta matar a las malditas polillas que vuelan sin permiso cuando el desgraciado se me acerca.
ESTÁS LEYENDO
Aprendiendo a Seducir (Editando)
Roman pour AdolescentsHace dos años que lo conocí y caí inevitablemente en sus redes. Y, como es natural en estos casos, fui a dar a la Friend Zone. Si, amigos, Friendzone. Aquel lugar reservado para almas en pena y condenados a muerte lenta. Nunca pensé que descubrir e...