Epílogo

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SNIF, SNIF... T_T

LEAN LAS NOTAS FINALES ¬_¬

Todos aplaudian felices. Estaban radiantes y contentos, felices de haber cumplido una nueva meta, un nuevo logro, un nuevo triunfo. Para muchos era el inicio de una nueva vida, para otros sencillamente la culminacion de un camino. No es un secreto que de las personas que se graduan de bachillerato un tanto jamas entra a la Universidad. Los gritos y vitoreos aumentan mientras qué el director llega al podio para dar su discurso y dar inicio al acto. Yo, agena a la vorágine de sentimientos y a la auforia qué todos parecen compartir, me encuentro con un principio de torticolis sin perder detalle de Marijó sentada a mi lado hecha una piscina de sudor y nerviosismo.

––¿Entonces no llamo a una ambulancia? ––pregunto por decimo quinta vez desde que llegué y la vi retociendose en dolores.

––No, solo es una falsa alarma ––dice y el dolor cruza su rostro de nuevo––, cuando se llega a la ultima semana el cuerpo envia contracciones para preparar a la madre. O eso dice la ginecologa.

Miro a Marijo quien sigue retociendose a mi lado, aumentando mi preocupacion. El acto de grado empieza y con un grito descumunal por parte de mis compañeros de promocion, me doy cuenta qué realmente nos estamos graduando... despues de todo. Me llevo una mano al pecho y siento la pequeña marca circular de la bala junto a mi clavicula, cubierta por mi melena. Miro mis venas y me pregunto los nombres de las personas que habian donado la sangre que ahorra corría por mis venas. Imagino qué dos bolsas de sangre deben requerir varios donantes.

––¡Ay!

Giro el rostro a toda velocidad de nuevo, sintiendo un latigazo qué me corre el cuello y desciende por toda mi columna vertebral. Es cómo si mis tendones fueran cuerdas de guitarra y alguien se divirtiera tirando de ellos. Cuando la sensacion de dolor y parálisis cede, vuelco mi mirada a mi amiga qué se encuentra a mi lado, roja, sudorosa y asustada.

––¿Ay, qué? ¿Qué te duele?

––Es... otra... otra contraccion... no es nada ––jadea.

––¿Otra contraccion? ––chillo––. ¡Voy a llamar a alguien! ¡¡Vas a parir aquí!!

––¡Sh! Callate que nos... ¡Ay!

––¿Qué pasa?

Ambas nos giramos hacia donde proviene la voz y ahí esta Fernando, respirando agitado y sus ojos se agrandan por el panico cuando ve lo mismo que he notado yo desde hace un buen rato.

––¡Maria José tiene contracciones y no quiere que llame a alguien! ––explico frsutrada.

Fer ábre bien los ojos entre asustado y vez la incredulido.

––¿Pero tu estas loca? ––reclama a la futura madre––. ¡Hay que llamar a alguien!

––¡Claro que no! ¿Estan loc...? ¡Ay!

––Voy a buscar a alguien ––dice Fernando.

––Claro. Ve y...

––Belly Matias.

Matias se levantó del asiento y aunque estaba en una situacion critica, una sonrisa estupida se atornilló en mi rostro. Su cuerpo alto y exbelto avanzó con sensualidad felina entre los asientos. Antes de que lo notara los tres estabamos gritando su nombre y ese tipo de cosas. Matias nos miro y cuando sus ojos se unieron con los mios me lanzo un beso y en sus labios pude leer un “Te amo”.

Aprendiendo a Seducir (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora