Comida china

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Hola! No tengo mucho tiempo pero quiero decirles que no he respondido los comentarios de los 2 ultimos capitulos por falta de tiempo pero JURO hacerlo a la noche si?

Ando con poco tiempo MUCHISIMAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS! Han sido mi alegria en estos tiempos que todo se me ha hecho un caos.

Gracias a mis chicas de siempre (suena lesbico pero no lo es)

Chau!

Estaba relativamente eufórica me habían dado unas pastillas hacia unos escasos 20 minutos y me preguntaba si era algún tipo de drogas. Estaba radiante mi corazón se sentía 10 veces de su tamaño original, no me cabía en el pecho y lo sentía palpitar fuerte en cada extremidad del cuerpo, en cada dedo y cada poro.

Las palabras de Franco resonaban en mi cabeza una a una, mi corazón volvió a latir desquiciado, tenia la posibilidad de conquistar a Matias, solo esa idea me enloquecía hasta el punto del no retorno me hacia implosionar una y otra ves. Me embargaba una emoción que no conocía hasta ahora, el hecho que en cuestión de tiempo estaria entre sus gruesos brazos me hacia dejar a un lado un poco la vergüenza de que Franco y Antonio se enteraran de mi estúpido amor secreto (divulgado).

Tome el edredón y me enrolle como un gusano, di vueltas y vueltas, estaba a punto de ponerme a chillar histérica ¡realmente quería gritarle al mundo que estaba feliz! ¡soy la ley y que ladren los perros! Ok estaba exagerando.

Tocaron la puerta privándome de mis delirios. Di vueltas y me desenrolle de las sabanas, era obvio que estaba en una cama ajena cuando al dar una ultima vuelta perdí el soporte que me daba el colchón no importo cuanto agite las manos en un intento inútil de sujetarme, caí de bruces al piso.

-¡Maldita sea mi suerte -rugí en mi interior- maldito Matias es tu culpa!

Gatee como marrana para incorporarme pero tenia la sabana enredada en los pies ¿me había enrollado demasiado? ¡mierda! Mi estado de éxtasis había sido muy intenso.

La puerta se abrió sorprendiéndome en cuatro patas en el piso, me contraje de vergüenza. La joven Silvia se apresuro a llegar hasta donde estaba para ayudarme a levantar.

-¿Te caíste Taly? ¿te hiciste daño? - insistió – llamare a los muchachos.

Abrí los ojos y me apresure a detenerla, no le regalaría a Antonio una nueva oportunidad de vengarse por haberlo dejado sin descendencia.

-¡NO! - grite – por favor no, estoy bien es solo que me levante y me enrede el pie entre las sabanas.

-¡Oh Taly viniste! - gimió enterrando su cabeza en mi cuello y rodeándome con sus brazos.

Esta chica cada día me sorprendía mas, era muy inocente y cariñosa también berrinchuda y mimada, aunque Antonio tratara de disimularlo era obvio que la defendía con uñas y dientes.

Correspondí a su abrazo y deje reposar mi peso en su delgado cuerpo, tal rápido como se abalanzo hacia mi se separo dejándome perpleja.

-Necesito tu ayuda Taly, por favor ayúdame -se agarro de mi brazo mirándome con sus ojitos negros suplicantes.

-¿Qué ocurre Silvia? -estaba angustiada.

Me di cuenta que aun estábamos en el piso en un lío de tela y carnes. Hice un intento de levantarme pero me di cuenta que aun estaba débil y casi me voy de al suelo (de nuevo).

Aprendiendo a Seducir (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora