A la espera

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Se que esperaban algo ... ¿emocionante? para el penultimo capitulo y eso es obvio y logico de pensar. Pero como yo soy mas rara que un perro azul y ya no me puedo seguir estrujando la cabeza para que este capitulo funcione. No se porque pero todo lo que tenia planeado para estos capitulos se ha ido a la mierda :C he decidido dejar todo para el ultimo capitulo. Si, una locura, lo se. Pero ahora no se me ocurre nada. Tendra un epilogo. Jamas he hecho uno pero bueh... siempre hay una primera vez

Por cierto.... no he leido el capitulo antes de subirlo asi que les suplico me disculpen si consiguen errores.

Miro a todo el mundo caminar frente a mi, ignorándome en su mayoría, como si fuera un mueble mas de la lúgubre y horrenda oficina en la que estoy metida. Los teléfonos no paran de sonar y las puntadas en alguna parte de mi cerebro aumentan su frecuencia e intensidad. Otro puñado de personas me lanzan una mirada de reconocimiento de vez en cuando, unos con lastima, otros con semblante molesto. Me contengo a duras penas para no bufar. Como si yo me estuviera muriendo por estar aquí y soportar sus caras de insatisfacción sexual. Ese grupo de idiotas que me habían ido a buscar, solo se habían limitado a dejarme botada como si fuera un saco o un cadáver. Aunque tratándose de ellos, seguro me ven como un futuro cuerpo de la morgue.


La reluciente arma que cargan casi todos en alguna parte del cuerpo, me inhibe de hacer una escena y ponerme a pegar gritos y exigir que me dejen ir a mi casa. Ya me imaginaba a un policía gruñón y con mala facha apuntarme a la cabeza y amenazarme para que no vuelva a emitir un quejido mas en mi vida. No recuerdo que los policías tuvieran fama por desbordar en ternura y paciencia.


Respire profundo y rebusque en mi bolso el reproductor de musica. Si seguía esperando que alguien se compadeciera de mi y me dijeran que iba a ocurrir conmigo, me haría una anciana. Durante un pequeño momento me permití imaginarlo; yo, en esta misma silla y con un bastón, acompañada por un pequeño que me diría: <<Calma abuela, que después de 50 años, hoy por fin nos dirán que tenemos que hacer>>. Me permití sonreír un poco, aliviando solo un poco la tensión que se podía respirar en el aire. Logre dar con el pequeño aparatillo y lo encendí. Amor gitano fue la primera canción que se comenzó a reproducir. Sonreí con nostalgia y comencé a cantar suavemente...


––Ven, quédate conmigo, dame el corazón... Vida mía estoy muriendo lento en mi prisión ––me parecía impresionante la certeza con la que algunas canciones describían los sentimientos que ahora no me cabían en el pecho––. Anda, dime lo que sientes, quítate el pudor. Y deja de sufrir, escapa con mi amor. Después te llevare hasta donde quieras, sin temor y sin fronteras hasta donde salga el sol. Oh, contigo soy capaz de lo que sea, no me importa lo que venga porque ya se a donde voy.


Siempre desee que algún enamorado me cantara esa canción. Era impresionante como Alejandro Fernandez y Beyonce lograron crear una fusión y al final dar con esta canción tan hermosa. Ambos, literalmente hacen el amor mediante la letra. Es la canción perfecta para dos amantes.


–– …. Soy tu gitano, tu peregrino, la única llave de tu destino. El que te cuida mas que a su vida, soy tu ladrón ––La vos de Alejandro penetra en mis oídos y muere en mi corazón, removiendo profundas fibras. Ahora venia la voz de Beyonce––. Soy tu gitana, tu compañera, la que te sigue, la que te espera... Voy a quererte aunque me saquen el corazón.


Me lleve una mano al pecho. Apretando la herida que punzaba a medida que continuaba la canción. Presione pausa. No debía cruzar mas la linea que había dibujado entre el masoquismo excesivo y yo. De por si, ya todo era demasiado confuso. Me quite los audífonos y me dedique a mirar mis uñas de nuevo. Tenia un par mas larga que el resto, debía arreglarlas pronto. Me pregunté que estaría pasando con Mauricio, si estaría preocupado por mi y yo sin poder comunicarme con el. Tenia prohibido usar mi celular porque podría estar intervenido y eso delataría mi posición, llevándome de frente con una muerte casi segura a manos del enfermo de Carlos.

Aprendiendo a Seducir (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora