No vengas

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-Entonces... ¿tu amigo no te satisface lo suficiente? - preguntó por segunda ves - ¿Te calienta mucho el porno?

Enrojecí incluso sin tenerlo frente a mi. Dios, esto era la cosa mas humillante que me había pasado.

-¡Ya te explique que no estoy viendo porno!

-Yo puedo prestarte unos vídeos si quieres.

Rechine los dientes. Me lleve una mano al estomago, estaba avergonzada y esa sensación se transformaba rápidamente en una ira sin ninguna dirección.

-¡Yo no sabia que era eso!

-Ah, claro querida – se mofo – el porno te persigue.

-¿Solo piensas burlarte de mi? -gruñí.

-¿Acaso quieres que te enseñe las posiciones que hacen en la película?

Enrojecí de nuevo y abrí la boca para cerrarla rápidamente sin lograr emitir ningún sonido.

-¡¿Que?! - chille - ¡Yo no quiero que me enseñas nada!

-Ya veo. Tu amigo te enseña lo suficiente, ¿verdad? - sonreí de lado. Vas a sufrir maldito, no debiste burlarte de mi.

-Si – ronronee contra la bocina – me enseño lo suficiente. Es muuuuy buen profesor.

Alargue la U para darle mayor énfasis a mi insinuación.

-Que bien por ti, aunque dudo mucho que te lo pases ta bien.

Enarque una ceja.

-¿Ah si? ¿Y porque piensas eso?

-Fácil, no necesitarías porno para masturbarte si estuvieras satisfecha.

¡DIOS MIO! ¡ERA UN MALDITO! ¡ERA UN MALDITO BASTARDO!

Estuve segura que en uno o dos segundos lo asesine en mi mente mas de cincuenta veces. Desee matarlo, o mejor mandar a amputarle el pene por puto. No deseaba mas que matarlo, no señor.

-Yo no me estaba masturbando ¡MIERDA! - grite.

-Por supuesto que no – casi pude verlo volcando los ojos – solo que lubricabas y te tocaste para hacerte cosquillas.

-¡Arg! Eres un maldito imbécil. ¡Yo no me estaba tocando!

-Tranquila querida, no debes avergonzarte.

-Ya te dije que...

-Mi amor ¿con quien hablas?

La voz sedosa de una mujer se filtro hacia mis oídos. Encendiendo de nuevo el fuego que me consumía desde adentro y me volvían volátil. Muy volátil e inestable. Me daban ganas de arrancarle de un solo jalón las extensiones a la perra de pelo negro.Aunque...¿Y si eraotra?

¡JODER! Jodido bastardo.

-Son los testigos de Jehová - respondió con simpleza.

Yo era una flecha humana enardecida e iracunda. ¿Testigos de Jehová?

-¿Testigos de Jehová?- chillé- ¿Me estas negando? Cristian...

Sonreí con maldad al terminar con la ultima silaba. No necesitaba estar frente a el para ver su mirada asesina dirigida hacia mi.

Sufre perro.

-¿Que tal?- ironizo el -Al ver que no le abrimos la puerta llaman al teléfono.

-¡Que no soy un maldito Testigo de Jehová! - chille.

-No, no voy a arrepentirme de mis pecados para abrirle mi corazón al señor – me ignoro. Bastardo – Tampoco pienso caminar junto a ovejas en el reino de Dios.

Aprendiendo a Seducir (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora