- Alex, soy Dakota.
- ¡Dakota! Hola, ¿qué tal?
- La verdad es que mal. Te llamo para pedirte un favor enorme –se lleva la mano a la boca e intenta toser de la forma más creíble posible –Me encuentro fatal, tengo un gran dolor de cabeza y barriga y llevo todo el día con mareos. Creo que estoy incubando algún tipo de enfermedad. ¿Te importa si me quedo hoy en casa?
- Por supuesto que no. Entre unos y otros te cubriremos por aquí.
- De verdad que no quiero faltar, pero es que me siento fatal.
- No te preocupes, Dakota. Dentro de tu contrato está permitido faltar por enfermedad. Recupérate. Nos vemos el lunes.
- Gracias. Un beso.
Cuelga. Cierra la puerta de su apartamento tras entrar y va directamente a su habitación a por el ordenador. Conecta el móvil al ordenador y con una extensión de iBooks, convierte las fotos de los documentos en un documento de texto. Una vez sentada en la cama, encoge las piernas y pone el portátil encima de ellas, revisando minuciosamente cada párrafo, cada frase, cada punto... Si le hubieran predicho en el pasado que esto pasaría en su futuro, no se lo habría creído. No sabe ni cómo ni cuándo, pero Lucas tiene a su disposición documentos originales que ella mismo redactó en la empresa que dirigía, incluso los documentos que tenía guardados en la papelera. Información muy importante, información detallada sobre los fraudes que cometía.
Pero... ¿Qué pretendía Lucas conseguir con el desmantelamiento de su empresa? ¿Qué se esconde detrás de todo esto? Si fue él mismo quien se encargó de echarla a la calle, ¿por qué la ha admitido ahora en su empresa? ¿Por qué le ha dado un empleo? ¿Por qué permite que pueda acceder a las cuentas de la empresa sabiendo que puede estafar millones de dólares sin que aparezca registrado en ningún lado? ¿Por qué le ha permitido entrar en su vida de esa manera?
Nada tiene sentido. Dakota baja la tapa del ordenador. Se gira, mirando al techo y cierra los ojos. Sea lo que fuere, tiene que averiguar el porqué de todas esas incógnitas.
***
Los golpes de la puerta la despiertan de su intensa y desestresante siesta. ¿Por qué no puede tener un día normal? ¿Un día en el que sus planes no acaben torciéndose cuando el sol se pone?
Adormilada se acerca hasta la puerta del apartamento, se restriega los ojos y abre a los insistentes golpes.
- Estás aquí, menos mal.
- Lu... Lucas, ¿qué haces aquí? –su subconsciente se despierta y lo examina de arriba abajo. Lleva unos vaqueros desgastados, una camisa blanca con los dos primeros botones desabrochados y una cara de desesperación.
- Te he enviado un par de mensajes y no me has contestado. He ido a buscarte al trabajo y no estabas. Me temía lo peor.
- Pasa –dice abriéndole la puerta –Hace frío ahí fuera.
Lucas da un paso y la mira expectante, esperando una respuesta.
- Me encontraba mal y me he quedado en casa. No he ido a trabajar a Walmart.
- ¿Es por lo de hoy?
- No. No es por eso. Aunque no lo creas, ya me he acostumbrado a tu actitud de arrogante y controlador.
- Odio que no contestes a mis llamadas y que te comportes como una niña malcriada
- ¿Perdona? –dice arqueando la ceja. –Creo que me he perdido algún capítulo de la serie que te has montado en tu cabeza. ¿Yo actuando como una niña malcriada? ¿Y usted, señor Lewis?

ESTÁS LEYENDO
SKINNY LOVE
RomanceDakota Moore es una empresaria multimillonaria que sufre una serie de acontecimientos adversos que la vida le ha deparado, provocando que acabe en la calle, convirtiéndose en una sin techo. Lucas Lewis, el empresario más importante de Nueva York del...