Capítulo 34

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- Menudo detalle del señor Lewis.

- Sí. Quedó muy satisfecho del trato recibido y me ha encargado a mí en persona que reparta esto entre el personal que estuvo en la reunión.

- Dele las gracias de mi parte, señorita Moore.

- Por supuesto. Además, me dijo que sobre todo vio en usted mucha eficacia. ¿Está de becario con Kendall aún?

No solo le dará las gracias, si no que va a acabar suplicándole perdón para que le saque de la cárcel.

- Sí, bueno, algo así. No aceptaron mi solicitud de becario y mi padre ha conseguido colocarme en la empresa de otra forma.

- ¡Vaya! Espectacular. Ojalá todos tuviéramos padres así. ¿A qué se dedica su padre?

- Trabaja en representación de otras empresas por lo que mantiene contacto con muchas de Nueva York.

-Eso es estupendo.

- ¿Le apetece que lo probemos? –pregunta señalando con la mirada la bolsa de champán

- ¡Claro! Me encantaría.

Noah se desvía unos centímetros en la habitación hasta alcanzar dos copas de lo que parece un mini bar.

- ¿Puedes cogerlas? –alza las copas con su mano derecha para que Dakota pueda cogerlas

- Sí –las agarra y se sienta en el borde de la cama.

Noah continúa buscando algo en la habitación sin pronunciar ninguna palabra. Rebusca en todos los cajones de lo que parece ser algo como un salón, cocina y minibar. No encuentra nada. Desesperado deja la botella encima de la cama.

- En esta maldita habitación no hay ningún sacacorchos. Voy a llamar a recepción para que traigan uno.

- Vale –dice Dakota una voz inocente.

Necesita que desaparezca un segundo de su vista para poder echarle el maldito somnífero. Necesita recopilar pruebas cuanto antes.

Noah se sienta a su lado en la cama mientras espera que el servicio de recepción toque en su puerta. Sólo cinco minutos después se levanta para abrirles y Noah interrumpe su conversación sobre la admiración que le tiene a Lucas, bueno, a su familia en general. Así que cuando abre la puerta, ve su momento idóneo para actuar.

Abre el bolso y deja la bolsa de los somníferos preparadas para actuar. Noah solo tendrá que servir la copa y el plan comenzará. Noah llega exclamando que por fin tiene su sacacorchos. Dakota se levanta y se ofrece a ayudarlo, así que ambos se acercan a la pequeña mesa que tiene la habitación. Noah abre la botella y sirve la primera copa de champán, es entonces cuando disimuladamente Dakota se gira, segura de lo que va a hacer a continuación, y vierte un par de somníferos en la copa recién servida. La aparta mientras espera que la disolución de las pastillas se camufle con las burbujas del champán. En realidad, el alcohol junto a los fármacos son una bomba explosiva en el cuerpo. Y si en las películas ocurre sin que pase nada a pesar de que echan unas quince pastillas, aquí también.

Con una sonrisa le ayuda a servir la copa que queda y la coge con la mano izquierda. Con la derecha agarra la copa "maldita" y se la ofrece.

- ¡Salud!

- ¡Salud! –repite Dakota chocando su copa con la de Noah.

- Y cuéntame –añade tras darle un bien sorbo a la copa –¿Cómo entraste en Lewis Enterprises? Por lo que tengo entendido, no es nada fácil.

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