SKINNY LOVE

Capítulo 27

Por la mañana, un sol espléndido decidió acompañar ese nuevo día de sábado en Nueva York. Sin embargo, su cuerpo no daba de sí. Todo lo que le había dicho Alex se hizo realidad. Tenía una resaca impresionante, lo que le llevó a estar metida en la cama o tirada en el sofá todo el día. Sin embargo, a pesar de su dolor de cabeza, la figura de Lucas Lewis seguía presente, haciéndola dudar de todo y de nada al mismo tiempo.

El domingo fue un día ajetreado. Limpió el apartamento de arriba abajo, modificó un poco los muebles para intentar adaptar la decoración a su gusto y siguió investigando y recopilando datos de los documentos de Lucas. El borrador que estaba elaborando era perfecto para la destrucción pública de Lucas Lewis. ¿Lo llegaría a utilizar cuando lo acabase en contra de Lucas? ¿Qué haría Lucas para salvar su imagen pública? ¿Cómo reaccionaría al saber que ella sabía toda la verdad?

Por la tarde llegó Álex con té chino y unos pastelitos y tras merendar viendo una película, decidieron ir a dar un paseo.

El resto de la semana se la pasó cubriendo turnos dobles en Walmart, investigando e intentado contactar con Lucas... De nuevo. No obtuvo ninguna respuesta, por supuesto. Había llegado a un punto en el que dudaba de si lo que realmente quería era evitarla. Ignorar que ese "viaje" ocurrió. Ella lo dejaría en paz encantada, pero sólo si él se lo decía. Estaba en un sin vivir. No sabía si le había pasado algo y esa impotencia de no tener recursos por los que contactar y averiguar cosas la descolocaba y enfurecía.

El sábado, fue al mismo club que la semana pasada con sus compañeros de Walmart. Fue algo así como una fiesta de despedida pues ya había pasado un mes desde que empezó a trabajar y su contrato había finalizado, lo que significaba que ahora solo tenía un solo puesto de trabajo. Tristeza y felicidad al mismo tiempo. Tristeza porque no vería a sus compañeros y no ganaría ese sueldo extra, y felicidad porque tendría más tiempo para ella y para descansar. No obstante, todos habían prometido que se verían una vez al mes para ponerse al corriente de sus vidas.

El lunes de vuelta al trabajo y fin de las vacaciones se lo tomó Dakota con una felicidad arrolladora. Volvería a ver a Lucas y eso por un lado la tranquilizaba. Por el otro, bueno, debería estar furiosa con él por no contestar a sus llamadas, por descubrir una carpeta llena de fotos sobre ella. Sin embargo, le importaba más el cómo estaría que lo que pudiera pasar.

Se despertó una hora antes y se puso un vestido gris, pegado por la parte del pecho pero que caía hasta sus rodillas como si se tratara de una camiseta larga. Le añadió unos buenos tacones negros y un maquillaje marcado.

Pero cuál fue su decepción cuando Claire le informó de que Lucas no iba a venir hoy. Su felicidad se esfumó rápidamente y se pasó el día atendiendo sus tareas con unas ganas increíbles de llorar y de irse a casa. ¡Es más! Ni siquiera fue a desayunar con Claire y Collin porque sabía que iba a estar pendiente de la puerta, por si por una remota casualidad, Lucas se dignaba a venir.

A las dos en punto estaba montada en el ascensor rumbo del hall. ¡Por fin había acabado el día infernal en el trabajo! Ahora tocaría quedarse en casa comiéndose la cabeza sobre el tema de Lucas. Al parecer era trending topic en su cerebro, y en su vida.

- ¡Dakota! –gritó Alan al verla, dejando a un grupo de hombres colgados mientras conversaban

 -¡Alan! Hasta que por fin das señales de vida.

- Lo sé. Lo siento. Me fui a Europa y me dejé el móvil en mi apartamento. Tuve que comprarme uno nuevo allí. Vi tus llamadas ayer.

- No pasa nada. Te llamaba para invitarte a algo –disimuló, no iba a decirle que lo llamó para preguntarle por su hermano