SKINNY LOVE

Capítulo 10

-¡Buenos días, Claire! –exclama al llegar a la recepción de la 5ª planta

-Buenos días, Dakota¿Qué tal?

-Muy bien –sonríe - ¿Y tú? ¿Cómo ha ido tu fin de semana?

-Bien. He estado de limpieza.

-Pensaba que no ibas a volver aquí.

-¿Por qué? – se apoya en el mostrador dejando el maletín en el que lleva su nuevo ordenador en el suelo

-Oí las voces del viernes con Lucas. Y recuerda cómo te fuiste de aquí

-¡Oh! Me pasé un poco la verdad pero en el fondo se lo merece –le susurraNo seas impaciente con él. Al principio es difícil pillar su humor y su personalidad, pero después te acostumbras y se te hace hasta ameno trabajar aquí.

-Lo sé. He recapacitado un poco sobre eso este fin de semana. Y voy a tomármelo todo con más calma. Se nota que lo aprecias mucho

-Sí –contesta mirando a su oficina –Lo aprecio mucho.

-Espero llegar a apreciarlo tanto como tú, Claire. Nos vemos en el descanso

-Claro. Suerte con tu segunda semana

-Gracias. Hasta luego –coge su maletín y entra en su despacho

Deja el maletín encima de su mesa y saluda sonriente a Lucas, que la mira a través del cristal que comunica sus despachos. Pero éste, la mira serio y vuelve a centrar su mirada en su mesa. Dakota respira hondo y trata de asimilar su ignorancia. Saca el Mac del maletín e inicia sesión. Abre un nuevo documento. Su móvil comienza a sonar. Corre hasta su bolso como puede con los tacones y coge la llamada.

-¿Sí?

-Dakota soy yo, Alex. Te llamo desde mi número personal.

-Sí, dime Alex. ¿Qué ocurre?

-Nada. Quería decirte que esta noche es mi cumpleaños y vamos a ir todos a celebrarlo a un club que hay cerca de Walmart. ¿Te apetece venir?

-Claro que sí.

-Chloe y las chicas van a venir maquilladas y peinadas y van a guardar la ropa en la taquilla para irnos directamente al salir del trabajo. Es por si quieres hacer lo mismo.

-¡Claro! Lo haré. Así ahorramos tiempo.

-Genial. ¿Estás en Lewis Enterprises, no?

-Sí. Por cierto, Alex no me va a dar tiempo comprarte nada. Te lo recompensaré, ¿vale?

-No tienes por qué comprarme nada. No te preocupes. Te dejo trabajar. Nos vemos después.

-Oye, un segundo.

-Dime –contesta Alex

-¿Habéis acabado la reforma?

-A ello vamos. Para esta tarde seguro que está acabado.

-¡Genial! La acabaremos entre los chicos y yo, que vamos más rápido

-¿Nos estas discriminando?

-¡No! ¡Para nada! –exclama desde el otro lado del teléfono. Seguro que está andando por el despacho mientras habla por teléfono

-¡Ah creía! No, la verdad es que me viene mejor que la acabéis vosotros. El viernes acabé agotada.-Tienes dos trabajos, ¿qué esperas?

-Cierto–se acerca hasta su mesa y ve el telefonillo parpadear –Bueno, te dejo Alex. Tengo reunión con el jefe –Lucas no la mira. Está con el telefonillo en la oreja pero mira hacia los papeles que tiene en la mesa