SKINNY LOVE

Capítulo 13

El irritante sonido de la alarma la despierta. Pero ella responde apagándolo de un manotazo. Las 6'30 de la mañana. ¡Qué horror! Se levanta enrollando las sábanas en su cuerpo desnudo y entra directamente a la ducha: huele demasiado a sexo.

No se molesta en mirar en el salón para ver si está Lucas porque no estará. Habrá vuelto a su casa y la volverá a ignorar en el trabajo. Así que se toma su tiempo bajo el agua caliente: champú, mascarilla, serum y gel de baño con efecto peeling.

Cuando sale de la ducha escucha como tocan el timbre de la puerta insistentemente.

-¡Ya voy! –grita mientras se pone el primer vestido que pilla en el armario

<<Será Sophie>> piensa. Pero su suposición se esfuma por la mirilla de la puerta al igual que lo hace la tranquilidad de su cuerpo. Lucas está frente a la puerta con su impecable traje de chaqueta y un movimiento incontrolable de pie.  ¿Lucas Lewis nervioso? 

- Buenos días –dice Dakota con una sonrisa al abrirle la puerta para que pase

- Buenos días –le da un beso en la frente y pasa

Dakota cierra la puerta. ¿Un beso en la frente? ¿La ha tomado por  una menor o su hermana/amiga a la que tiene que proteger? Ese olor... ¡OH DIOS! Si jugarán al escondite por Nueva York lo encontraría por el rastro de perfume que va dejando.

- Pensaba que ya te vería en la oficina -confiesa Dakota con una sonrisa tonta en la cara.

¿A quien quiere mentir? Una buena sesión de sexo nunca está de más, y menos si es con un tío como Lucas. 

- He venido a traerte el desayuno –deja una bolsa de papel encima de la mesa de la cocina y se apoya en ella –Debes estar hambrienta después de lo de anoche.

- Lo estoy. Créeme –lo acerca a ella tirando de las solapas de su chaqueta y lo besa

A continuación, se desabrocha la cremallera que está en su lateral y deja caer su vestido al suelo, quedándose completamente desnuda ante él ya que no le ha dado tiempo a ponerse la ropa interior tras salir de la ducha. Rodea su cuello con sus manos y vuelve a besarlo para distraerlo mientras baja con la otra mano a su entrepierna, ya endurecida, y la masajea. ¿Pero qué está haciendo?

- ¿Me está provocando, señorita Moore? –dice arqueando una ceja

- No. Para nada, señor Lewis –recoge su vestido del suelo y entra en su habitación

Dos segundos después allí está Lucas. Se acerca hasta ella y le agarra el cuello con ímpetu, devorándole la boca con ansia. La arrincona junto a la cama y hace que se siente en los pies de ésta. Se desnuda para ella y se acerca, poniéndole su miembro endurecido en su boca. Ésta lo toma como una indirecta bastante clara y se lo devora haciendo que entre y salga de su boca una y otra vez.

Lucas sonríe y ella, caliente, le mordisquea con los labios sin quitarle los ojos de encima, hasta que suelta un gruñido satisfactorio y posa la mano en su cabeza. Su respiración se agita, ¡le desea! Y, ansiosa de más, introduce su erección en su boca mientras siente que sus manos se enredan en su pelo y le oye gemir. ¡Oh, sí!

Adora su pene, terso... caliente y suave y su juego continúa unos minutos hasta que siente que no puede más. Le agarra del pelo, tira de él para que lo mire y exige con voz cargada de tensión:

- Túmbate en la cama.

Se levanta del suelo y hace lo que le pide. Le tiemblan las rodillas, pero consigue llegar hasta su objetivo. Una vez allí, Lucas, se acerca y, con la respiración entrecortada, ordena: