—Mierda, hace calor —dice Liam.
Estamos sentados en la playa cerca de Perpignan. Jake está jugando con su nuevo camión de juguete en la arena a unos pocos metros de distancia y Liam está apoyado en sus codos a mi izquierda. Estoy sentada para poder vigilar a mi niñito.
—Debería de hacer una caja de insultos —digo secamente—. Entonces lo lamentarás.
—Y tú serías rica.
—Exactamente —repito con una sonrisa.
—¿Deberíamos ir a nadar? —Liam se vuelve hacia Jake, sin esperar mi respuesta—. Jake, ¿quieres ir a nadar? ¿Jake?
Está demasiado concentrado en su camión para siquiera levantar la mirada.
—Tú ve —digo—. Yo me quedaré con él.
—No, deberíamos ir juntos como una familia.
Una oleada de nauseas me atraviesa. He estado sintiéndome mal desde el otro día, cuando vi la fotografía de Zayn de niño. Afortunadamente, Liam no ha notado que su revista se perdió. Supongo que las fotografías en la playa de un compañero de banda no son particularmente cruciales en su investigación.
—¡Vamos, Mami! —dice Liam. Ha tomado a un Jake que ríe en sus brazos y ahora me ofrece la mano. La tomo y él tira de mí hasta ponerme de pie. Se vuelve y corre hacia el agua con Jake sobre el hombro. Los sigo, sonriendo.
Juntos como una familia...
Se me ocurre mientras camino sobre la arena caliente que me he vuelto muy buena al mentir. Qué talento despreciable para tener. No es algo de lo que pueda vanagloriarme, como ser buena con los idiomas o tocar el piano. Soy una buena mentirosa. Mis padres estarían tan orgullosos.
Liam entra corriendo a la clara agua azul con Jake, espuma blanca formándose a su paso y, a la vez, una pequeña voz en mi cabeza se pregunta si quizás debiera permitirme un poco de paz. Fue un accidente. Un error. No tuve intención de lastimar a nadie. Pero si permito que todos esos malos sentimientos continúen atormentándome, eso es exactamente lo que terminaré haciendo: lastimando a alguien. Empujo estos pensamientos al fondo de mi mente, poco dispuesta a considerarlos más en ese momento.
—¡Está fría! —jadeo, entrando al agua.
—Métete rápidamente —me insta Liam, haciendo justo eso y terminando con Jake chillando en su oído.
Me hundo hasta el cuello y rápidamente vuelvo a salir del agua.
—¿Mejor? —pregunta Liam.
—¡No!
—Métete abajo de nuevo.
—Creo que me quedaré aquí un rato, gracias.
Él mira hacia el cielo, luego sonríe.
ESTÁS LEYENDO
Baby Be Mine
Romance"No es mi hijo, ¿verdad?" Ésa es la pregunta a la que más le temo. Verás, tengo un secreto. Mi novio no es el padre de mi hijo, sino una de las personas más famosas que haya vivido jamás. Y él ni siquiera lo sabe. Una vez asistente personal d...