Despierto en mitad de la noche. Me siento atontada y mi mente es un revoltijo de pensamientos. Había estado soñando con que estaba absolutamente sedienta y que le pedía a Zayn que me pasara una botella de agua del refrigerador. Él lo hizo y luego rió cuando no pude abrirla. Intenté desesperadamente desenroscar la tapa, y entonces su risa murió y me miró furiosamente mientras yo fallaba.
Ahora me doy cuenta de que estoy verdaderamente sedienta. Salgo de la cama y me pongo la bata, luego bajo cuidadosamente las escaleras y me dirijo hacia la cocina. La casa está a oscuras. La hora en el horno dice 2:33 AM. Voy al refrigerador y lo abro. Luz se derrama mientras me estiro para tomar una jarra de agua filtrada. Sirvo un poco en un vaso y bebo un par de grandes sorbos, antes de volver a llenar el vaso y devolver la jarra al refrigerador. Me congelo cuando huelo un halo de humo de cigarrillo.
-¿Zayn? -susurro-. ¿Eres tú? -Cierro el refrigerador y asomo la cabeza hacia la sala de estar. Puedo ver con la luz del display de LCD del televisor que el sofá está vacío. Oigo que la puerta del frente se cierra suavemente y de repente estoy cara a cara con Zayn.
-¿Qué mierda? -maldice él en un fuerte susurro-. ¡Me asustaste terriblemente!
-¡Shh! -lo regaño-. Estaba sirviéndome un vaso de agua. Olí el humo - explico.
-¡Jesús! -Todavía está asustado.
-Lo lamento -digo-. ¿Qué haces levantado a esta hora?
-Mi reloj biológico está dado vuelta -dice.
-¿Quieres algo? ¿Un vaso de agua?
-No, estoy bien.
-De acuerdo. Buenas noches, entonces. -Me vuelvo para irme.
-¡Chris! -me llama.
-¿Qué?
-Quédate y háblame un rato.
Me detengo. Mi cabeza me dice que debería volver arriba, volver con mi Liam, pero me descubro arrastrada en la dirección opuesta y me odio por eso. Me siento en el sofá de Eugen mientras Zayn regresa a su cama improvisada en el sillón. Viste sus jeans y la camiseta de más temprano.
-¿De qué quieres hablar? -pregunto con inquietud.
Suspira.
-Sólo... estaba pensando en ti -dice con cautela-. Ha pasado mucho tiempo. -Asiento-. Demasiado -agrega.
-Ha pasado un tiempo -coincido.
-Pareces feliz. -Suena sincero.
-Lo soy -le digo. La mayor parte del tiempo.
Él me sonríe con tristeza.
-Es raro estar de nuevo en esta casa. Estar aquí sin la Sra. Pettersson alrededor.
-¿La conociste bien?
-No la he visto mucho en los últimos años, pero ella me cuidó, sabes, cuando mi mamá se enfermó. -Su mamá murió de cáncer-. Solía venir y quedarme cuando mamá estaba en el hospital. Nunca olvidaré eso.
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Baby Be Mine
Romance"No es mi hijo, ¿verdad?" Ésa es la pregunta a la que más le temo. Verás, tengo un secreto. Mi novio no es el padre de mi hijo, sino una de las personas más famosas que haya vivido jamás. Y él ni siquiera lo sabe. Una vez asistente personal d...