No sé que somos, pero aún no te vayas...

Capítulo 9

Estuvimos un rato más en el agua, de vez en cuando volvíamos a juntar nuestros labios, y otra veces jugábamos.
El hambre llamó, y le propuse ir a buscar un lugar para comer, ella accedió porque estoy segura que estaba igual de hambrienta que yo. Al salir del agua, ella se hizo una cola alta, yo me volví a poner la ropa que atntes andaba, ella sacó de su pequeño bolso una camisa muy larga, sin mangas, de color turquesa, se veía realmente hermosa, como siempre.

Recogimos nuestras cosas y salimos a cenar. De largo logré ver un Subway, por suerte no había tanta gente, entonces le dije que cruzaramos la calle, tomó mi mano con fuerza al cruzarla, honestamente no sabía quien estaba cuidando a quién. 
Pasamos al lado de unas señoras mayores.

- ¿Cuándo se curará esa enfermedad tan asquerosa?

Vi a Rach, y tenía una expresión de desagrado y enojo, Para ser sincera a mí también me causó lo mismo. ¿Cómo pueden decir que amarse es una "enfermedad"?

Que personas tan ignorantes, ¿acaso ellas decidieron enamorarse de algún tipo? 

Pero bueno, honestamente ellas tienen su derecho a opinar, tal vez no en voz alta, pero es cuestión de ignorar a ese tipo de personas. 

Hicimos la fila, pedimos nuestro sandwich, y nos sentamos.
La mesa era para dos, una quedó de frente a la otra, ella comenzó la conversación.

-Nunca había venido a este lugar. -Comentó antes de morder su sandwich de pavo. 
-¿Nunca has comido de esto?
-No, cada vez que salía con mi hermano a comer, nunca veníamos aquí.
-¿Tienes hermanos? 
-Sí, uno. -Masticó un poco y siguió hablando. -Es de nuestra edad, de hecho vive donde vivías.
-¿Costa Rica?
-Mjm, hasta en el mismo colegio.
-¿Y por qué tú estas aquí? -Pregunté antes de darle un buen mordizco a mi comida, honestamente está muy bueno.
-Porque mis padres adoptivos se divorsiaron, y John se quedo con mi custodia, y Elisa con la de James.
-¿Tu hermano se llama James?
-Sí...
-¿Qué apellido es?
-Si yo soy Rachell Dixon, él igual. -Hizo una pausa. -También dos más dos es cuatro. -Dijo en tono burlón. 
-Uy...tú hermano es exnovio de mi exnovia. -Hice una pausa, ignorando que se acababa de burlar de mí. -Que mundo más pequeño. 
-Oh Dios, ¿en serio? -Se comienza a reír.
-Sí, en realidad creo que van a volver.
-¿No era que ella te hera muy fiel?
-¿Fiel dices? JA -Nótese el sarcásmo. -No, ella tiene derecho de rehacer su vida con quien sea.
-¿La sigues queriendo?
-Pues sí, supongo que siempre queda algo del primer amor, debo admitir que aun siento cosas por ella, pero por supuesto no lo mismo, y mucho menos de la misma manera. 
-¿Y esa Emily?
-Emily...es algo raro. Ella me dejó. Tengo que aclarar varias cosas con ella.
-¿Me esperarás? -Dice tomando de su fresco.
-¿Eh?
-Sí, yo te pedí tiempo... ¿Me esperarás? Si es que Emily quiere volver contigo...
-No creo, ella tiene novia. Que es la madre de la hija de mi hermano.
-Tienes una vida muy rara... -Dice entre risas.
 Sí, ya me lo han dicho.
-Hay algo que te quería comentar.
-Dime.
-Vi tus brazos...y ¿lo sigues haciendo?
-¿Mis cicatrices aún se ven?
-No, pero si se sienten.
- No lo he vuelto a hacer, y la verdad no quiero volver a hacerlo.
-No quiero que lo vuelvas a hacer...
-No lo haré.

La conversación se terminó ahí, ambas nos terminamos la comida, y nos levantamos. Era una noche tranquila, sólo se escuchaba el mar, era bueno salir de la ciudad de vez en cuando, no escuchar esa contaminación sónica de los carros, o el escándalo de la gente. Era lindo, me sentía tranquila caminar por la arena con Rachel de la mano. 

Caminamos un rato más, y más tarde fue el sueño quien nos llamaba. Así que nos devolvimos al hotel, nos dimos un beso de buenas noches, nos acurrucamos, y así nos fuimos quedando dormidas.