Capítulo 73

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Terminamos de comer, nos quedamos bastante rato con ellos, dieron las ocho y nos fuimos a la casa de Doña Eliza.
Ashley se bajó de primera, esta vez ella fue la que bajó a Gaby, pero como ella iba despierta solo la tomo de la mano y la llevaba hasta la puerta. Yo por otro lado cargaba el bolso y la silla de Mati.
Ashley tocó, la puerta se abrió y salió Tyler, el primo.
- ¡Tío!-Gaby era muy pegada a él.
- Hola, pequeña...-Miro a Luna y sonrió.- ¿Perrito nuevo?
- ¡Si! Me lo regaló mami...-Ella dice mami refiriéndose a las dos, aún tiene vocabulario que aprender.
- ¿Vamos a jugar?-Le dijo él ya muy emocionado.
- No sin antes saludarme...-Apareció doña Eliza. Se puso a la altura de Gaby, y la abrazó.- Feliz cumpleaños, mi amor...-La besó en la mejilla, Gaby sonrió y corrió con su tío jugar con Luna. Se levantó y se dirigió a nosotras, quienes ya estábamos en la sala.- ¿Se quedan a comer?
- No, ma...venimos de la casa de la mamá de Rebe, y ahí comimos, pero gracias.
Dejé a Matías en el sofá, lo saqué de la silla y yo alcé.
- ¿Dónde está el bebé más hermoso de esta tierra?-Dijo doña Eliza hablándole a Matías, él soltó una sonora carcajada. Esas risas me matan...soy débil cuando estoy con bebés, y más ahora que son mis hijos.
Matías se le tiró de brazos a ella y ella gustosa lo alzó. Cuando ya no tenía a él en brazos, caminé hasta el patio trasero, donde se supone que están jugando. Me acerqué, volví a ver y sí, estaban jugando. Gaby corría de un lado a otro y Luna la perseguía, Tyler solo se reía sentado en el césped. Me senté junto a él y ahora ambos nos reíamos, me encanta ver a mis hijos felices, sus ojos tienen cierto brillo que antes no notaba en los niños, pero...al ser mamá uno se da cuenta de varias cosas.
El tiempo voló y ya se estaba haciendo tarde, era viernes, pero igual ambas estábamos muy cansadas.
Montamos todo al carro, todos se despidieron, y partimos a la casa.
Yo sinceramente estaba muy cansada, y hoy es viernes de películas, y por ser el cumpleaños de ella, ella elige, así que...me tocó estar bien para ellos.

No sé que somos, pero aún no te vayas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora