¿Profesor o Novio?

Capítulo 10: Playa

Despierto por los rayos del sol que pegan en mi rostro,rascó mis ojos, intento levantarme pero notó que Daniel me tiene agarrada con sus firmes manos me giro y veo que gruñe.

Cuando por fin logró liberarme de su agarre dejó una almohada en sus brazos buscó mis bragas por alguna sitio de la habitación y las encuentro tiradas en una mesita pequeña que esta hay siento la cara arder de vergüenza las tomo y me las pongo, encuentro la camiseta de Daniel y me la pongo, tomó mi cabello y hago una cola de caballo, voy hasta la sala de estar y abro todas las cortinas que hay junto con las ventanas, el día esta soleado y el aire que corre es muy cálido, voy a la cocina y preparó el desayuno huevos revueltos y un café guardo un poco para Daniel. Mientras que tomó un sorbo de café y revisó mi celular si no tengo una llamada pérdida de alguien o un mensaje encuentro dos llamadas pérdidas de Aaron.

Le devuelvo la llamada y contesta al segundo tono.

-¡Donde estas! - grita por el otro lado del teléfono.

-Relajate, hermano - digo riendo y negando con la cabeza.

-¡Porque no me avisas de que vas a salir!, me tenías preocupado.

-Lo lamento pero no quería ver tu enorme pene introducido en una chica, por eso no quería interrumpir - digo agachandome de hombros.

-¿Te refieres a follar? - pregunta.

-Así es hermano - digo subiendo y bajando mis hombros aunque el no lo pueda ver.

-No estaba follando - explica - estaba en casa de Anabell

-Follando - digo riendo.

-No claro que no, sólo estábamos... hablando - dice con sinceridad.

-Esta bien - digo - y de que hablaban.

-De no...nosotros - tartamudea.

-Espera - digo que pare de hablar aunque su voz se muestra algo de nervios.

-¿Tienes novia? - preguntó sorprendida

- No...S...si, algo así - no lo puedo creer, creó que va a llover en un día soleado. No puedo creer que mi hermano por primera vez tendrá una novia, oww si esta tan grande.

-Pero si esta tan grande - digo tratando de enfadarlo como si fuera un niño pequeño.

-Esta bien, esta bien, detente - dice, creó que ya lo he cabreado.

-Y,¿Como vas con ella? - preguntó apoyando mis codos en la mesa y tomando mi cara.

-Hasta ahora bien, sólo llevamos un día - dice tomando confianza a la conversación.

-Pobresito - digo riendo.

-No te rias.

Giro mi cabeza y veo que es Daniel que sólo viste en boxer, llega hasta mi y besa mis labios

-¿Estas con ...- pregunta algo confundido.

-¿Daniel? - contestó.

-Si, Daniel - dice.

-Si, estoy con el - digo tomando la mano de Daniel.

-Tengo que colgar - dice algo lejos del teléfono - estoy con Anabell, iremos al centro comercial.

-Esta bien, Adiós.

-¡Espera! - grita haciendo que me tape el oído

-¡Porque gritas, Imbécil!- odio que me griten.

-Sólo te quería preguntar, ¿Que se les puede comprar a las chicas? - susurra.

-Pues - digo- comprarle un collar o un perfume o un osito gigante o un chocolate o algún tipo de ropa, que no sea ropa interior si es lo que estas pensando.

-De acuedo - dice - te llamare luego, no llegues tarde a casa.

No me deja hablar y cuelga.

Dejo mi celular en la mesa todavía tengo la mano tomada junto con Daniel me levanta, me toma de la cintura y me besa.

Con una mano en mi cintura me atrae más a el, paso mis manos por su torso desnudo llegando hasta su nuca y dejo mis manos allí el lleva sus manos hasta mi trasero en donde lo aprieta, enredo mis piernas en su cintura, me deja sentada en la mesa y sus labios los dirige hasta mi cuello, suelto pequeños gemidos de placer, vuelve a mis labios y los besa desesperadamente como si dependiéramos de ellos. Nos separamos por falta de aire y tiene la respiración agitada.

-Que buena forma de empezar el día - dice.

-Así es - digo abrazándolo.

-Mi camiseta queda mejor en ti que en mi - dice mirándome los pechos.

Pongo mis manos en mis pechos, estoy muerta de la vergüenza.

Sonríe

-No te cubras - dice sacando mis manos.

-No tienes ninguna molestia o algo - dice mirándome con cara de preocupación y examinandome.

-No, estoy bien, gracias.

-Esta bien - dice rascándose la nuca.

- Que lindo esta el día - veo desde la ventana como las olas van de un lado a otro y siento el viento entrar.

-Si, así es.

-¿Quieres darte una ducha? - pregunta.

Asiento.

Camino descalzo por la baldosa hasta llegar al baño trató de cerrar la puerta pero hay algo que me impide Daniel entrar y cierra la puerta detrás de el.

-¿Que haces a...? - no me deja hablar y besa mis labios como si estuviera desesperado, levanta mi polera sacándola por arriba de mi cabeza sigue besando mis labios, se detiene, va hasta mi cuello dejando una hilera de pequeños besos, tiro mi cabeza hacia atrás, baja lentamente mis bragas quedando desnuda ante el. Lentamente se saca los boxer va hasta mi y me sigue besando.

-Espera - va hasta la bañera y abre la llave.

-Dame tu mano - dice estrechando la suya, la tomó y me adentro a la bañera.

Después de besos y caricias bajo el agua decidimos salir y vestirnos, llevábamos hay una hora o más.

Entramos a la habitación y el me muestra sus dedos arrugados, yo tapó mi boca para no reírme a carcajadas.

Me visto en el baño con lo que llevaba puesto ayer, veo el reloj y me doy cuenta que son las dos de la tarde.

-¿Vamos a la playa? - pregunta en un susurro mordiendo el lóbulo de mi oreja haciendo que muerda mi labio inferior.

-Pero no traje nada para ponerme.

-y eso que importa - dice tomando mi mano.

La playa esta al frente de nosotros, me encanta la brisa y el aroma del mar es un aroma único.

Mis vans las dejó a un lado y corro hasta el mar.

Llegó hasta el y veo que Daniel esta no muy lejos de mi.

Agarró algo de agua en mis manos y se la lanzo el hace lo mismo pero resbala y cae al agua, le hago burla y empiezo a reír a carcajadas agarrando mi estómago me duele mucho de tanto reír, pierdo el equilibrio y caigo al agua, Daniel se rie de mi me levantó y sigo lanzando agua viene hasta mi a toda prisa y yo salgo corriendo, digamos que no soy muy buena corredora pero hago un intento trató de no mirar hacia atrás pero ya es muy tarde me tomando de la cintura, Daniel y yo caímos el la arena mojada, nos reimos como dos locos desquiciados si nada más que hacer...