6:00 am, la maldita alarma de día lunes que indica levantarme.
Me levantó a regaña diente arrastrando mis pies hasta la maldita bañera y darme una ducha para relajarme aunque no creó que funcioné.
Es oficial...
¡Francisca Hamilton ha despertado de mala gana! - me digo a mi misma.
Después de haberme dado una ducha vestirme y arreglarme me tomó aproximadamente 20 minutos baje a la cocina y hago lo de siempre. Darle un beso en la mejilla a mi padre, sentarme frente a el, comer tostadas y tomar un zumo de naranja.
-¿Donde estuviste ayer en todo el día? - pregunta mi padre levantándose de su silla y dejando su café en el lavavajillas acomodando su corbata.
-Espera - me levantó de mi silla y voy hasta el - dejame ayudarte.
Retiras su arrugadas manos de la corbata y colocó las mías acomodo su corbata. Aprieto y acomodó para qué quede perfecta.
-Ya esta -de su chaqueta negra sacó todo rastro de pelusas que hay en ella.
Dirigió mi vista a sus ojos y tiene una sonrisa pegada al rostro.
-¿Qué pasa? - preguntó separándome centímetros de él.
-Eres igual que ella - sus ojos brillan cuando habla de ella pero al mismo tiempo veo tristeza en ellos. No podría imaginar la pérdida de una persona muy importante en la vida de mi padre. Desde que tengo memoria siempre sentía como transmitían su amor. Siempre en la casa habían risas y un aire agradable y desde la muerte de mamá todo se torno negro y sin vida mi padre jamás volvió a ser el de antes el nunca estaba en casa, sólo lo veía una o dos veces a la semana, el sólo se enfocaba en su trabajo pero las veces que estaba aquí sólo pasaba con su computadora y una taza de café a su lado desde ese día jamás volvió a ser el mismo.
-La extraño - bajo mi vista a mi pies y trago duró para no llorar en frente de mi padre ya que me da vergüenza por que jamás alguien de mi familia me ha visto llorar.
-No tienes por que estar triste "Pequeña Fran" - su tono es dulze pero eso no es lo que me hace subir mi cabeza a golpe.
-Me has llamado "Pequeña Fran" -mi voz se escucha como un hilo de voz y mis labios se tornan en una pequeña sonrisa. Cuando era pequeña mi madre y mi padre me llamaba de esa forma para ella era la adorada porque soy su única hija mujer. Antes de que ella muriera hacíamos todo juntas saliamos de compras, me llevaba al parque junto con mi padre y saliamos de paseo toda la familia -Hace años que no me llamabas así, pensé que lo habías olvidado -susurro y un nudo en mi garganta se vuelve más tenso -Crei...creí que lo habías olvidado.
Toma mi mano derecha y la acurruca sobre ella.
-Yo jamás lo olvidaría si ese fue el apodo que escogió tu madre cuando eras bebé- una lágrima cae por mi mejilla pero el la retira al instante - no llores, por favor -suplica- a ella no le gustaría verte llorar- pausa- sabes que odiaba verte llorar - me recuerda.
-La extraño - digo en un jadeo - me hace falta cada día. No tenerla conmigo me hace mierda por dentro - confieso.
-A mi igual hija - sus ojos están rojos de la pena, traga duró para no llorar frente a mi pero se que lo hará más tarde. Lo escuchó diariamente llorar y eso me parte el corazón.
-No tienes por que llorar papá. Ella estas en un lugar mejor. Tienes que pensar positivo. Puede que este cuidando a Sky - reímos al unisono. Sky era un perro que tenía de pequeña pero se murió por causas naturales. Mi madre me dijo que se la regalaron cuando cumplió los 20 años como regalo de cumpleaños y la conservo por 18 años hasta que murió.
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¿Profesor o Novio?
RomanceElla, una chica encantadora, hermosa e inteligente. El, un hombre sexy y callado pero sobre todo, el es mayor. Ella nunca pensó estar perdidamente enamorada de el. Un hombre prohibido... El jamas pensó enamorarse de la pequeña e indefensa alumna de...