# 29

2K 138 0
                                    


La idea de marcharme me pone demasiado triste, a pesar de creer que es una decisión acertada, no puedo evitar llorar por el desconsuelo que produce la sensación de lejanía con los muchachos.

Me quede dormida en medio de la lucha contra el torrente de lágrimas, los deseos reprimidos por regresar con mi familia y el indudable dolor que representará dejar Corea.

Desperté a media noche y noté que alguien se había encargado de arroparme, desearía que fuese Jackson quien se preocupó de mí, pero la verdad, es bastante improbable, pudo haber sido cualquiera, aunque mi teoría se orienta a Jb.

A la mañana siguiente es Jackson quien me despierta, miro el reloj, las 8:00, lo miro a él, quien sonríe cual niño en feria, su semblante es perfecto como siempre, los rastros de su enfermedad se han marchado por completo. Me convenzo a mí misma de estar soñando.

-Tenemos que salir, pero tomate tu tiempo

Salió de la habitación y cerró la puerta tras él, logre recomponerme del asombro pues no estaba soñando, entonces me levante para serle fiel a la rutina de baño, vestimenta y maquillaje de todos los días, mientras me pregunto cuál será la agenda de Got7 para hoy, agenda a la que al parecer estoy atada.

Salgo del cuarto y los encuentro a todos listos para salir, voy a la cocina por un vaso de leche pero en medio camino llega mi príncipe que al parecer de verdad está encantado pues me toma de la mano y me saca del departamento, sin dejarme tiempo para dudas o despedidas.

Al llegar al lobby del edificio el portero nos informó que el taxi al que Jackson llamó nos estaba esperando hace bastante tiempo, mi acompañante se disculpó, tanto con el portero como con el taxista, nos subimos en la parte trasera del automóvil y este arrancó sin solicitud alguna.

Llegamos al lugar de destino, el Palacio Gyeonghuigung, en donde disfrutamos de una presentación de artes marciales que me pareció absolutamente increíble.

Mientras observábamos a los deportistas demostrar su talento al público, Jackson presumía de ser mejor que ellos, no es algo que me sorprendiera, él es así, por lo que yo solo reía escuchándolo. Ver sus expresiones fue un gran deleite, me imagino que ha visto ese tipo de movimientos cientos de veces, pero sigue amando verlos, y yo amo verlo de esa manera.

Al terminar la presentación, se ofreció a introducirme en las artes marciales, pero yo cambié el tema, en este momento no quiero saber nada relacionado con fundamentar la relación con corea y mucho menos con algo que me recuerde tanto a Jackson, no quiero hacerlo pues mi decisión de volver lo antes posible ya está tomada.

Él pudo notar mi evasión, por lo que no volvió a insistir al respecto, al contrario, ofreció un paseo por los alrededores del palacio, pero también me negué. Sé que no debería desaprovechar un día con Jackson pero, es de verdad frustrante tanto cambio en él, ni siquiera entiendo la razón para que de la nada se porte así de lindo conmigo, mucho más si se porta de esta manera el día siguiente al que decido marcharme, estoy tan confundida en este momento, que no puedo dejar de divagar aun cuando mi acompañante está intentando mantener una conversación con migo.



Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora