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Ha pasado menos de un mes desde que conseguí trabajo, a partir de ese día mi estancia aquí ha sido casi rutinaria, no veo a los chicos muy a menudo pues los fines de semana llego tan cansada que solo me voy a dormir, y entre semana ellos llegan tarde por lo que tenemos solo un par de horas para cenar y conversar antes de verlos irse a la cama, claro que nuestras clases de idioma continúan cada noche, aunque a veces duran apenas unos minutos. De cualquier manera la estoy pasando bien, cuando tengo tiempo salgo del departamento y me aventuro en la ciudad intentando conocerla tanto como pueda, en otras ocasiones visito la agencia solo para poder ver a los chicos un momento pues sus agendas son de verdad muy ajetreadas.

A pesar de la disminución de tiempo que paso con ellos nuestra relación es placentera, intentamos mantenernos comunicados todo el tiempo y estar en casa se siente como estar en familia. He llegado a fortalecer la relación con casi todos los miembros del grupo, con Mark puedo decir que nos llevamos bien pero no conversamos mucho, él es del tipo callado, pero siempre sonríe al verme, lo que me contenta.

Con quien no logro tener una buena relación, es más, casi no hacemos contacto es con Jackson, desde aquella noche en mi habitación apenas saluda cuando me ve, y pues yo no encuentro la manera de entablar una conversación con él. Quien sabe, quizás termine por irme y nosotros no hayamos hecho ningún avance.

Me gustaría que las cosas fueran diferentes, sé que es mucho pedir que yo le guste a él tanto como él a mí, pero si eso no es posible al menos deberíamos intentar ser amigos ¿no?

Sí, debo intentarlo.

Hoy es martes, regreso del trabajo y no encuentro a nadie en el departamento, como de costumbre, ellos entran a trabajar a las 9, pero se van de aquí a las 8 y 35, yo salgo de mi trabajo a las 8 y llego al depa a las 9.

Haré algunos bocadillos de media mañana e iré a dejarlos a los chicos, mi plan es encontrarme con Jackson y pedirle que hablemos, disculparme de ser necesario y proponer llevarnos bien en el tiempo que esté aquí.

Llego alrededor de las 10:20, sale a recibirme Jb, lo llame con anticipación para asegurar que estarían en la agencia. Subimos al ascensor, y Jb me pide le regale unos minutos, dice que tiene algo importante que decirme, yo accedo a hablar con él en cuanto haya entregado los bocadillos, después de todo no puedo quedarme mucho tiempo, debo dejarlos trabajar.

Todos agradecen por la comida mientras se las paso, al final está Jackson, quiero hablar con él en este momento, pero Jb me toma del brazo y me lleva hasta la azotea.

-La verdad he querido decirte esto desde hace algún tiempo pero no me atreví.

Me da la impresión que es algo relacionado con la marihuana, seguro ya me descubrió, no sé cómo lo tomará por lo que debo dejar que termine de hablar y dependiendo de lo que me diga planear cuál será mi reacción.

-no me asustes Jb. Dime que es lo que quieres decirme.

-No creo que sea algo para asustarse.

- ¿Entonces qué es?

-La verdad es... me gustas.

-...

- ¿no vas a responderme?

- ¿Qué quieres que te responda?

-Pues no sé, ¿si yo también te gusto o no tal vez?

-primero tú respóndeme algo ¿Por qué te gusto?

-No tengo la menor idea, solo sé que desde que subiste a nuestra furgoneta aquella vez no he podido quitarte los ojos de encima. Desde aquel día, solo el ver tu sonrisa me llena de alegría, cuando estás cerca de mí, siento que mi corazón estallará y mi respiración se detendrá en cualquier momento.

-no sé qué decirte, no me esperaba algo como esto.

-no hay problema, solo quería que supieras lo que siento por ti- dio media vuelta y comenzó a caminar.

-no te vayas, no así. Por favor.

Mis ojos estaban cerrados, intentaba controlar mis emociones después de escuchar la declaración de Jb y pensar en que era lo que debía responder. No sé qué sucede, es un hecho que Jackson me gusta, pero por alguna razón cuando escuche aquellas palabras una presión inundó mi pecho, no entiendo porque, pero tengo ganas de llorar.

Abro los ojos sin hallar respuestas y lo veo parado frente a mí, mirándome atentamente, no he sentido esa mirada antes, no logro deducir que significa, las lágrimas están luchando por su libertad mientras yo hago todo lo posible por oprimirlas.

Camino hacia él, lo tomo de la mano y lo llevo a las escaleras de emergencia, por donde habíamos subido para llegar al lugar, después de soltar su mano me siento en el tercer escalón, él hace lo mismo. Permanezco en silencio un par de minutos, aún no encuentro las palabras adecuadas para momentos como este.

Me recuesto en su hombro y rompo el silencio.


Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora