Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)

# 71

Y así fue, mi última semana en Corea la pase cada segundo junto a Got 7. Al salir del trabajo corría a la agencia para pasar la tarde con ellos incluso si estaban trabajando, después íbamos a comer juntos y de regreso a casa dormíamos todos en la sala para separarnos lo menos posible, claro, todos excepto Jackson, él no me ha hablado desde aquel día, aquel día en que todo termino para nosotros.

Aunque no puedo mentirme, sigo teniendo la esperanza de que me pida quedarme, tan solo un par de palabras suyas revocarían mi decisión, y soy yo quien más anhela que eso suceda.

Las cosas con papá no son como me lo esperaba, no ha vuelto a contestar ninguno de mis correos, pero ya tendré la oportunidad de hablar con él cuando arribe a Ecuador.

Aunque he podido hablar con mi mami, dice que me extraña, que papá también lo hace pero que no quiere verse débil ante mí, prometió ir a recogerme en el aeropuerto y llevar a mi hermanita con ella, me advirtió que no puedo ir a casa hasta que le prometa a papá que dejare de fumar, pero que mientras lo hago ella pagara un hotel para que permanezca allí y que por supuesto cubriría todos mis gastos.

Claramente me negué a su propuesta, en el tiempo en el que estuve aquí aprendí a no depender de nadie más, (económicamente hablando) así que con lo que tengo ahorrado sobreviviré hasta que logre encontrar un trabajo en mi país.

Y por la estancia me quedaré en casa de Cristopher en lo que encuentro un lugar.

Todo listo, mi llegada, mi hospedaje, las maletas, y yo sigo esperando que Jackson entre por esa puerta pidiéndome perdón, anhelo con todo mi corazón que lo haga.

Y es en ese momento, en el que mi corazón desea ver a mi amado, es cuando la puerta se abre, es Jb, la camioneta esta lista, es hora de ir al aeropuerto.

Nos embarcamos todos con excepción de Jackson, Yugyeom llora, Bambam también, Youngjae mira su teléfono como para no demostrar dolor, Mark me mira sin decir nada, Jr se asegura que no olvide nada en el departamento, Jb, que está sentado a mi lado, toma mi mano y apoya su cabeza en mi hombro como queriendo aprovechar hasta el último segundo mi presencia.

Por otra parte, yo miro ansiosa por la ventana, la camioneta aún no ha arrancado y yo sigo esperando ver a Jackson correr hacia mí, entonces el sonido del motor me pide que deje de soñar y me concentre en el viaje, en no olvidar nada, en despedirme del grupo, en decirle adiós a "mi primer amor".

Ya en el aeropuerto una de las fans del grupo los reconoce, lleva puesto el uniforme de los trabajadores del lugar, saluda contenta a los integrantes del grupo, y como siempre, Bambam, el más coqueto de todos, le pide que los dejen entrar junto a mi hasta la sala de espera, mintió diciendo que soy su prima, que me dan miedo las alturas por lo que es difícil para mí y que por eso el grupo quiere acompañarme para darme fuerzas.

A pesar de ser prohibido pasar hasta ese lugar para las personas que no van a viajar, la jovencita los dejo pasar a todos, talvez porque uno de los miembros de su grupo de kpop preferido se lo pidió o talvez porque le di pena, como sea, estamos todos esperando el llamado de mi vuelo, todos entrelazados, contando anécdotas graciosas, recordando momentos tristes y felices, prometiendo mantenernos en contacto, e intentando alargar el tiempo de espera porque en realidad no nos queremos separar.

Pero no pudimos hacerlo, en su lugar, pareció que el tiempo paso mucho más rápido, que las horas se hicieron minutos y los minutos segundos. Escuchamos el último llamado del vuelo que tenía que tomar, un último abrazo, un último adiós,  una última mirada al pasillo buscando a Jackson, y un adiós.

Sentada en mi lugar, escuchando las indicaciones de la azafata tanto en coreano como en inglés, observando a las personas asegurar tanto su equipaje como a ellos mismos, yo seguía esperando ver a Jackson entrar por esa puerta y pedirme que me quede, lo imaginaba corriendo desde la entrada del aeropuerto, exhausto, rogándole a los guardias que le dejen entrar, gritando mi nombre, entonces cerré los ojos, creí escuchar que me llamaban, cerré los ojos con mucha fuerza, agudice mi oído lo más que pude, pero todo era mi imaginación.

El avión por fin despego, mire por la ventana como todo se hacia más pequeño, me apoye en el espaldar del asiento, cerré mis ojos una vez más y me jure a mí misma que Jackson no volvería a tener una oportunidad, aunque muy dentro de mi sabía que él ni siquiera quería una oportunidad más.

Así dije adiós a mi aventura, así termino un capítulo de mi vida que fue tan emocionante como ningún otro antes vivido, así termino la historia que quise alargar, pero la vida no me permitió hacerlo.

Y solo entonces, dije adiós.