Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)

# 49

No me gusto la discusión que tuve con Jackson, estaba muy confundida, pero al mismo tiempo esperaba que el viniera a mí, se disculpara y pudiésemos volver a estar tan bien como lo estábamos unos minutos atrás, pero no fue así, incluso llame a Jb para quedar con él y los demás, hable por largo rato intentando obtener una respuesta más alentadora de su parte pues sus respuestas eran muy secas y faltas de calidez, aún así Jackson no hizo ni el menor intento por alcanzarme.

Aunque si intento verle el lado bueno de la situación, puedo destacar que gracias a la ausencia de mi amado pude reestablecer mi buena relación con el grupo, incluso con Mark que es muy resentido y con quien pensé sería más difícil reconciliarme. Y, pues, gracias a ellos no me puse tan mal después de lo que había vivido unos minutos atrás.

Y es que así son ellos, capaces de sacarte un sonrisa en el momento más triste, así es Got7, simplemente encantador.

Cuando regresamos a casa estábamos tan cansados que nos tiramos en los sillones de la sala y en el piso, era de esperarse la situación pues decidimos ir a un parque de diversiones de esos en los que más que aventurarte en una montaña rusa o una rueda moscovita, te adentras en la aventura, escalando paredes y jugando paintball, dejando que toda la energía guardada durante siglos se agote en solo unas cuantas horas.

Además de cansados, nos sentíamos muy hambrientos, y debo incluirme pues tenía tanta hambre que mi estómago rugió durante todo el camino. Bambam sugirió ordenar pizza y desvelarnos viendo películas y contando historias de terror, y la idea no fue para nada mala, de echo fue tomada de muy buena manera por el grupo.

Con todo esto, yo volví a recordar a Jackson y ya no tanto recordé lo molesta que me sentía, si no el vacío que dejaba en mi pecho pasar una tarde entera sin él.

Así que mientras los muchachos se apresuraban a ordenar cuanta comida fuera posible, buscar películas que nos pusieran los pelos de punta y ducharse por turnos para refrescarnos un poco del inmenso calor del clima, yo me acerque a la habitación de mi amor, temiendo que él estuviera tan molesto que pudiera echarme enseguida pero esperanzada en que me hubiese extrañado tanto como yo a él, darnos cuenta que nos hacemos mucha falta mutuamente y podamos reconciliarnos sin ningún inconveniente.

Abrí la puerta de la habitación con mucha cautela, esperando encontrar una mirada dulce y no una llena de enojo como la vez anterior, pero lo que me encontré fue mucho mejor que una dulce mirada de mi amado. Jackson dormía plácidamente, se veía tan tierno, tan dulce y tan indefenso, que no pude despertarlo para charlar, en su lugar me recosté a su lado, tome su mano y la crucé alrededor de mi cintura para así unirnos el uno al otro, para sentir su calor, para sentir su amor.

Entonces entro al lugar el líder del grupo preguntando que sabor de pizza deberíamos ordenar, y, para ser sincera, me doy cuenta que Jb entro esperando interrumpir algo, pues él sabe que en la pizza no me gustan los champiñones y que la hawaiana es mi favorita pero que puedo comer todas las que no tengan champiñones sin ninguna objeción, por lo que nunca han tenido problemas en ordenarla sin mí, sin embargo Jb vino a preguntarme cuál sería la mejor esta vez.