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Jb no me dio la oportunidad de continuar con la conversación, apenas dijo su última frase se metió al baño sin despedirse si quiera, y, como tenía razón, tuve que salir corriendo rumbo a mi trabajo o llegaría tarde por lo que no pude disculparme por completo con él, pero espero que al regresar los ánimos se aligeren un poco y así pueda contentarme con el grupo completo.

La mañana fue rutinaria, aunque en lugar de pensar en Jackson y en lo felices que espero que seamos en el futuro, planeaba la manera perfecta para disculparme con Got7 por el plantón de ayer, y a la única conclusión a la que pude llegar es que necesitaba pasar la tarde entera con ellos para demostrarles que nuestra amistad seguiría siendo la misma de siempre, y para gusto mío, pasar la tarde con ellos sería magnífico, pues amo pasar tiempo con los chicos.

Al salir de mi trabajo hice una pequeña parada por la tienda que queda camino a la casa comprando una que otra golosina para picar durante el resto del día.

Mis ánimos estaban sobre las nubes agradeciendo que por primera vez en un largo tiempo llegaría a casa y no la encontraría por completo vacía o con solo un par de integrantes del grupo, pero terminaron un piso más abajo del subsuelo cuando llegue a casa y no encontré a nadie dentro.

Después de varias llamadas sin respuesta al líder (estoy acostumbrada a llamarlo a él primero) decido llamar a Jackson, quien supo informarme que decidieron salir a pasear por el centro de la ciudad para aprovechar al máximo su tiempo libre, me invito a unirme a la excursión y por supuesto accedí gustosa.

Cuando llegue al lugar en el que se suponía me encontraría con los chicos, me sorprendí muchísimo pues al único al que logre ver fue a Jackson.

—Hola bebe— lo saludo con un tierno beso y un abrazo por el cuello, él me toma por la cintura y me acerca a él, tanto que entre nosotros han desaparecido los espacios intermoleculares— ¿Y los demás?

—No lo se

— ¿No estabas con ellos?

—Sí, pero ya no estoy—Note como su tono se hacía cada vez más serio, y como se alejaba de mí, aunque era una distancia casi imperceptible.

—Ya vas a enojarte de nuevo, eres demasiado Jackson— creo que hice bien al ser yo quien cambiara el ambiente, de esa manera él no podía ponerse a la defensiva y no terminaría yéndose como siempre lo hace.

—No me enojo pero no me gusta que solo andes preguntando por ellos en lugar de disfrutar el tiempo que podemos estar a solas

—Hay amor, no exageres, si pregunto es porque se supone que me encontraría con Got7 completo, no es de extrañar que me sorprenda y me intrigue si solo te veo a ti.

— ¿acaso yo no soy suficiente para ti?

—Eres el colmo Jackson, mejor dejemos aquí el tema y explícame porque no están los chicos

—Simple, les dije que quería pasar el día contigo, que los llamaríamos para almorzar juntos y regresar a casa

— ¿Y ellos que te dijeron?

— ¿acaso eso importa?

—Solo responde

— ¿Qué me das a cambio?

— ¿quieres que pague solo por una respuesta?

—Claro, mis palabras son muy valiosas

—Hay por favor, Si deberías estar agradeciendo que quiero escuchar tu respuesta.

—Insinúas que mis respuestas no valen un pago de tu parte

Y así fue como me fui olvidando del plan original, de la disculpa que le debo a los muchachos, de mi pregunta a Jackson e incluso de que el idioma que estaba hablando no era mi lengua natal, ese fue el hechizo que mi príncipe lanzó sobre mí, habiendo que después de un par de frases sin sentido, mi cabeza solo tuviera en mente, esa mirada, esa voz, esos besos.



Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora