# 53

1.1K 86 0
                                    


Al parecer mi querido vino preparado, debe haberse dado cuenta que me molesta un poco la constante aglutinación de sus fans cuando salimos, esta vez me sorprendió cargando un par de gafas oscuras que hacen que parezca un mosco gigante, y para rematar se puso un bigote que lo hace ver demasiado gracioso.

—El sol sí que quema hoy, ¿cierto Jackson?— inquirí con el tono más burlón de mi repertorio y con una sonrisa de oreja a oreja mientras quitaba las gafas de su lugar.

—No te burles que es mi disfraz preferido.

— ¿Entonces tienes otros?

—Claro, es que no puedo permitir que mis fans me vean en lugares como estos, imagínate si alguna de ellas me reconoce, la bronca que se me arma.

—Hombre gracias, yo creí que lo hacías para que tuviésemos más privacidad.

—Cuando quiera tener más privacidad contigo te llevo a otro lugar, uno más cómodo con menos gente, tú sabes.

—Calla Jackson calla que aún no tomas nada como para que andes hablando incoherencias.

—Incoherencias no, estoy siendo sincero contigo.

—Bueno bueno, no digamos más y pidamos algo que esto está muy hablado.

La verdad estoy planeando no negarme esta vez si es que Jackson tiene planeado alargar la noche, creo que no debo dejarlo guardar más ansias ni guardarlas yo, que para ser sincera estoy que me lo como hasta con la mirada. Pero todo depende de cómo siga la noche.

—Pero eso yo lo arreglo muy fácil—respondió él sin quitarme la mirada de encima, agregando a su voz un tono de sensualidad que estremece todo mi cuerpo.

— ¿a si? ¿Y cómo?

—ya que quieres te lo voy a mostrar—fue entonces cuando me tomo de la cintura, me acerco al él con tanta fuerza que hasta casi me caigo del asiento, y me dio un beso muy intenso, acelerado, apasionado, lleno de lujuria y descontrol, tanto así que en solo unos segundos sentí que estaba más mojada que un adolescente prematura viendo "50 sombras de Grey"

Yo no pude hacer más que continuar el beso, y es que me habría sido imposible frenarlo, con lo mucho que nos gustamos como perdernos contactos como estos.

Lastimosamente tuvimos que parar, y no porque quisiéramos, sino porque el mesero llego listo para pedir que ordenáramos, sabrá Dios cuanto tiempo estuvo parado junto a nuestra mesa esperando que ordenáramos que necesite tomar del brazo a Jackson para que este le prestara atención.

Y como era de esperarse esa acción a Jackson no le agrado del todo, sin embargo, y solo después de una de mis miradas de advertencia ordeno un par de tragos para deshacerse del mesero de manera un tanto cordial.


Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora