# 25

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—¡¡¡Bambam no llego a dormir!!!— decía Jackson mientras su expresión anterior se convertía en mero enojo.

Cerro la puerta con mucha fuerza y se marchó, Bambam se levantó y se fue también, y yo, que no me había dado cuenta de la hora, tuve que correr para poder llegar a tiempo al trabajo.

Mientras impartía mi clase, más conversacional que nada, un mensaje llegó a mi celular.

"Cuando regreses de tu trabajo compra medicinas para Jackson, su gripe empeoró por lo que no vino a trabajar" Mark.

Supe por Mark que Jackson estaba algo agripado, pero no me imagine que fuese tan grave como para dejar de ir a trabajar, aunque, sé por experiencia que los hombres siempre exageran sus dolencias y enfermedades, por lo que no me alarmo mucho el mensaje.

Antes de regresar a casa pase por la farmacia, y luego por el supermercado, compre algunos ingredientes que me harían falta para prepararle a Jackson lo mismo que mi mami me hacía cuando me encontraba convaleciente.

Al llegar deje las bolsas en la cocina y entre al cuarto de Jackson sin previo aviso, tal como él hizo esta mañana.

Me miro con desagrado, lo que no me sorprendió, me acerque y toque su frente, estaba ardiendo y su cuerpo empapado en sudor.

—vete, no quiero verte—dijo el enfermo y se volteó.

—Si eso quieres—obedecí y salí del lugar.

«Pare las ollas», como diría mi mami, y regrese con Jackson, esta vez iba cargada de un termómetro, un pañito húmedo, y una lavacara con agua fría; dejé las medicinas pues creo que es mejor que se las tome con el estómago lleno.

El aparatito marco 39.5

—No es tan grave— le dije mientras intentaba desarroparlo. Tenía tres colchas que claramente lo calentaban demasiado.

—No lo hagas, tengo mucho frio— decía él mientras luchaba para quedarse con sus mantas.

Al final yo gané, pues las fuerzas habían abandonado a mi querido Jackson.

— ¿Por qué no traes camisa?

— Siempre duermo sin ella.

—bueno, así es más fácil para mí.

— ¿qué será más fácil?

—algo que no te va a gustar, solo hazte a un lado que quiero sentarme.

—No quiero—parecía molesto.

Sin decir más, me pare sobre la cama, pase sobre él y me senté del otro lado, todo esto armada de la lavacara con agua fría y el pañito húmedo.

Empecé con su frente, y luego su pecho, hay su pecho. Jackson se quejaba por el frio que le producía y se enojaba aún más con cada contacto. Me repitió incontables ocasiones que mejor me fuese a acostarme con Bambam.

No deje que ninguno de sus comentarios ni quejas me afectaran, hasta que termine con mi labor, entonces lo tome de la quijada y lo obligué a mirarme.

— ¿Qué más querías que hiciera cuando Yugyeom no estaba para escucharlo?, ¿Es mi culpa que prefiera hablar con migo que contigo? ¿Debí preferir seguir las normas de comportamiento de una señorita, y dejar que llorara solo en su habitación?

Mi oponente se calló al fin, y yo salí del lugar con una actitud triunfante.

Cuando volví con la comida que había preparado para él y la medicina, su expresión ya no fue de enojo.

—No era necesario todo esto.

—Tú solo come que lo hice con mucho amor— lo decía en serio pero mi tono fue de sarcasmo.

—No quiero comerlo por esa misma razón.

—Tranquilo, no está envenenada.

Jackson se sentó pero no dio ninguna señal de que empezaría a comer. Entonces tome el plato de caldo de pollo, la cuchara, y con toda la paciencia del mundo, me dispuse a dar de comer al enfermo, el mismo que acepto cada cucharada hasta terminarse la ración.

Le entregué la medicina y el vaso con agua de canela que traje, ingirió la medicina y volvió a acostarse dándome la espalda.

— ¿Estarás bien si te dejo solo?— le pregunte mientras lo tomaba del hombro y me asomaba para ver su expresión.

—hoy solo trabajas en la mañana, ¿por qué tengo que quedarme solo?

— Un estudiante llamó para pedir una tutoría personal. Pero si quieres la cancelo.

—No te preocupes, ve a trabajar, yo estaré bien.

—Bueno, de todas maneras la tutoría es en la tarde, así que estaré aquí hasta las 3 más o menos, si necesitas algo en ese tiempo solo llámame ¿De acuerdo?

—No voy a necesitar nada

—Está bien, no me llames entonces—le respondí mientras salía del cuarto.


Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora