Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)

# 33

—entonces ¿Cuánto te gusto?

—muchísimo

— ¿Cuánto?

—como Buzz Lightyear

— ¿Hasta el infinito y más allá?

—Exacto

—Lo sabía, ¿es imposible no quererme verdad? Soy demasiado sexy

—Es bueno que tengas tu autoestima elevada, pero no exageremos Jackson.

—Me dices que estoy exagerando, a mí...—se preparaba para sus presunciones de siempre pero no logro terminar ni la primera frase, pues me pareció el momento perfecto para cumplir uno de mis mejor guardados deseos desde aquella mañana en el aeropuerto.

Pues sí, lo calle con un beso, uno tierno, delicado, eterno y dulce.

Al separarnos, yo permanecía con los ojos cerrados, mordí mi labio inferior y lo mezclé con una sonrisa casi imperceptible, entonces fue él quien me beso, en un principio sus manos sostenían mi rostro, luego rodeo con ellas mi cintura y me apretaron contra él, lo sentí tan cerca que pudimos habernos convertido en uno solo de haber sido eso posible, sus labios, para mí un paraíso, su respiración, el aire que me faltaba, el rose de nuestros cuerpos, la cura y la causa del palpitar acelerado de mi corazón, sus fuertes brazos a mi alrededor, mi tan anhelado refugio.

Esta vez el móvil de Jackson hizo el papel de la campana que anunciaba la media noche, y el fin del baile de cenicienta con su príncipe, era su manager pidiendo la presencia de mi querido para justificar ante el director su ausencia de ayer y la de hoy en la mañana.

—creo que tengo que salir, no llegare hasta tarde—me comunicaba reflejando tristeza en su mirar.

—Te estaré esperando.

— ¿Lo prometes?

—solo si tu prometes no volver a ser indiferente conmigo nunca mas

—lo prometo, nunca, NUNCA volveré a portarme indiferente contigo.

—Bien, entonces ve tranquilo, que yo esperare tu regreso con ansias—un piquito y un adiós.

Permanecí sentada por al menos 15 minutos, regresé a la realidad sin poder creer lo que acababa de vivir, y corrí hacia Jb pues era el único que podía ayudarme a calmar tantas emociones y pensamientos que me invadían.