Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)

# 57

El desayuno continuo entre conversaciones y risas, como es de costumbre el grupo se divierte bastante cuando están juntos, hablan hasta cansarse y se ríen aún más.

Cuando estábamos levantándonos de la mesa me ofrecí para lavar los platos y limpiar la cocina ya que ellos se levantaron temprano a preparar el desayuno, todos accedieron gustosos pues a ninguno le gusta la limpieza por lo que me hice a la idea de hacerlo sola.

Sin embargo, al terminar de recoger los platos Jb entro y comenzó a lavarlos sin decir una palabra durante un largo rato, yo tampoco le dije nada pues estaba un poco dolida y molesta por su comentario.

Ambos continuamos con nuestra labor durante un rato, hasta que repentinamente Jb se volteó y me abrazó.

—Perdóname, no debí decir lo que dije, no quiero verte triste ni enojada, es solo que a veces no puedo tolerar que él te esté tratando tan vagamente— sus palabras y sus brazos me hicieron estremecer, no pensé que escucharía nada como eso en ese momento, y mucho menos que me abrazara después de lo ocurrido en la mañana.

—No hay necesidad de una disculpa, entiendo cómo te sientes— la verdad mis palabras fueron un poco vacías en ese momento, pero pensándolo bien no es con Jb con quien debo descargar mi molestia.

En ese momento se alejó de mi mientras me tomaba de los brazos con un poco de fuerza, y me miraba a los ojos, estaba llorando, por alguna razón estaba llorando— tienes que decirme si de verdad estas siendo feliz junto a Jackson, tienes que decirme que lo amas y que jamás habrá una esperanza para mí, tienes que decirme que no saldrás lastimada ni herida por su culpa, solo cuando lo digas podré intentar dejarte ir, pero dímelo, dime que te deje en paz y me retirare en silencio para permitirte ser feliz, dímelo y me iré ahora mismo.

Sus palabras de verdad me asustaron, no puedo alejar por completo a la persona que ah estado conmigo durante mis momentos difíciles de una manera tan fría, de hecho, de ninguna manera podría alejarlo por completo de mí.

Lo envolví en un tierno abrazo mientras un par de lágrimas recorrían mis mejillas—no digas cosas como esas Jb, mejor calmémonos y hablemos con la cabeza fría, de todas formas hay algo de lo que necesito halar contigo el día de hoy.

Jb me abrazó con mucha fuerza durante un par de segundos que parecieron eternos, y cuando me soltó, las lágrimas habían desaparecido, siendo reemplazadas por una sonrisa— No lo dijiste, tuviste tu oportunidad, pero no lo dijiste, eso me hace muy feliz, porque aunque yo no sea el hombre que conquisto tu corazón, no estoy fuera de el por completo. Así que, por que no aprovechamos que te vestiste tan linda y salimos a dar una vuelta, así conversamos con mayor libertad.