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Caminamos por mucho menos de media hora y llegamos a un parque repleto de niños y adolescentes. Debo mencionar que durante todo el día hubo fans de Jackson que se acercaban a saludarlo y pedirle tanto autógrafos como fotografías, pero no me molesto ni un momento, él disfruta el tiempo con sus fans casi tanto como yo disfruto el tiempo que paso con él. Esta vez fue diferente, una gran cantidad de jóvenes se acercaron a nosotros y rodearon por completo a Jackson, dejándome de lado casi a empujones en el afán de estar cerca de él.Camine por el parque hasta que encontré un asiento desocupado, me senté y observé a los niños jugar en el banco de arena frente a mí, verlos hacer castillos de arena me entretuvo, uno de los pequeños, mientras alardeaba de ser el mejor constructor del mundo, metió sin querer en su ojito izquierdo un granito de arena, comenzó a llorar por el malestar y quizás dolor que sentía, yo me acerque inmediatamente para ayudarlo, pues al haber presenciado todo fui la mejor opción de socorro del infante. Incluso cuando el pequeño encontró consuelo, no hubo ninguna persona quien acudiera a ver que sucedía con su niño, pero no le di mucha importancia al asunto.Los niños que miraban atentamente como su amiguito dejaba las lágrimas de lado para volver a untarse arena por todo el cuerpo, comenzaron a entregarme sus palitas y baldecitos, y a presumir de sus castillos como solo un niño puede hacerlo. Jugué con ellos por unos minutos, me divertí tanto al recordar mi propia infancia que olvide que mi paseo de aquel día no lo hice sola.Después de haber derrumbado uno que otro castillo, los niños empezaron a desaparecer, talvez porque se marchaban a sus casas o talvez porque a sus tutores no les gustó la idea de verlos jugando con una mujer adulta a la que no conocían. Volví al banco en donde estaba en un principio y me perdí en mis pensamientos. De pronto sentí que alguien me abrazaba por la espalda mientras se sentaba detrás de mí, entonces recordé que tenía compañía. -Te vi jugando con esos niños y no te quise interrumpir.-Debiste unirte al juego- respondí mientras me apoyaba en él.-Fue más divertido observar.-Mentiroso, seguro que no sabes construir castillos de arena por eso no te uniste.- ¿Quién dijo eso? Yo puedo construirte el mejor castillo que hayas visto jamás.-Quiero verlo.-Un día te llevaré a la playa y te lo demostraré.- ¿Por qué no hoy?-Pues... porque no tengo las herramientas que todo buen constructor de castillos de arena necesita, todo el mundo sabe que los mejores tienen que tener sus herramientas.Reí a carcajadas mientras él se apartaba de mí y me miraba con un poco de enojo.

Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora