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Cuando estoy en una discoteca me encanta bailar, pero nunca intente hacer una coreo o algo parecido, además, no me considero una "gran bailarina". Pero no tengo otra opción más que aceptar el reto, prefiero perderlo que pasar por cobarde.

Sigo con gran esfuerzo cada uno de los pasos que mi muy enojado profesor me enseña, hasta cuando hace una de sus volteretas en el aire, solo reí a carcajadas porque eso era algo que jamás me atrevería a hacer.

Ya es suficiente -dijo Jb

Eres buena en esto -agregó Bambam

─Y como siempre tenía que salir Jackson con sus comentarios─, no tan buena dijo él

Tome el portátil de uno de los chicos, lo prendí y busque en internet el repertorio de canciones de RICHIE RAY & BOBBY CRUZ, elegí una canción y le di paso para que comenzara a bailarla mientras lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

Tienes que ser justa, yo te enseñe los pasos así que tú debes enseñarme a bailar esto también, dijo él.

Accedí a regañadientes y le enseñe los pasos básicos de la salsa, y para mi gran sorpresa mi aprendiz era casi tan bueno como yo.

Los demás, entre aplausos y risas se levantaron de sus lugares y se unieron a las "súper clases de baile latino", el reproductor automático de YouTube estuvo de nuestro lado, de tal manera que bailamos cumbia y merengue también.

Rendidos de tanto baile, risas, regaños y pisotones (el lugar era pequeño) nos sentamos en el piso, tomamos algunos refrescos y conversamos alegremente.

Pensé que era el momento adecuado para rogar por mi estancia en el lugar pero se me adelanto Jb. Deberías trabajar como una de las bailarinas de nuestro staff, así ganas dinero, y podemos repartir los gastos de la casa para que no tengas que pagar por un lugar, de esa manera ahorrarás más rápido para tu regreso a Ecuador.

Los demás no demoraron en aprobar la grandiosa idea que se acababa de proponer, incluso me animaron para que aceptara trabajar y vivir con ellos durante un tiempo.

Finalmente accedí, no es que quisiera hacerme rogar pero en realidad no me daban tiempo para poder decir que me encantaba la idea y que estaba muy agradecida con ellos.

Todo esta genial, me caes muy bien, cocinas muy rico, e incluso arreglaste nuestras habitaciones, además me agrada la idea de tenerte como compañera de departamento por una temporada, así que no me tomes a mal lo que voy a preguntar, ¿Cómo fue que terminaste en Corea sola y sin dinero? -dijo Mark al borde de la desesperación por la curiosidad que lo había invadido durante estos dos días.

Mi gesto se tornó turbio de un momento a otro y comencé la historia, les explique la situación con lujo de detalles, y ellos habían sido testigos de cómo no lograba comunicarme con mi familia en Ecuador y que incluso esa noche los había llamado un par de veces sin obtener resultados positivos, por lo que todos entendieron y no continuaron con el interrogatorio.

Volvimos a poner la sala como estaba, y nos despedimos para irnos a dormir, yo fui a la cocina por una vaso con agua, lo necesitaba para calmarme un poco pues cada que recordaba a mis padres o a mi país mi mente se llenaba de ideas negativas que me causaban angustia y preocupación.

Cuando salí me topé con Jackson, estaba sentado en el brazo del sillón, como esperándome, pase junto a él dirigiéndome a mí cuarto. Mañana debes estar lista para salir a las 8 y 45, usa tu ropa no la mía por favor, -sonreí e imite a un militar, llevando mi mano a mi frente, poniendo mi cuerpo en posición "firmes" y diciendo─ "Sí, señor" con voz gruesa. ─El no pudo evitar mirarme y sonreír también.

¿Porque piensas que no puedes contactar con tu familia? ─Preguntó, sorprendiéndome por completo.─ La verdad no se me ocurre nada, incluso si tuvieron un accidente o algo parecido no pudieron haberme bloqueado de sus redes, estoy confundida, solo espero que no sea nada grave, respondí.

Mi cuerpo empezó a sentirse débil, después de todo la oscuridad no ayudaba en nada a las sensaciones que recorrían mi cuerpo (entre las que puedo describir con palabras; miedo, ansia, soledad, preocupación, impotencia). Quise sentarme para calmarme un poco, debía pasar frente a él de nuevo, pero en medio de la oscuridad tropecé con sus pies, Jackson reaccionó quitándolos de sobresalto, ambos perdimos el equilibrio y terminamos cayendo sobre el sillón.

La cercanía que tuvimos por un par de minutos hizo que olvidara todos los sentimientos que me invadían y me concentrara solo en su mirada, estaba perdida en ella, y por un momento creí erróneamente que él se perdió en mi mirada también. Sonreí, pero él se levantó bruscamente y me regaño por no vigilar mis pies al caminar, le reclame también, pues si él no hubiese reaccionado tan precipitadamente no habríamos caído.

La discusión continuó hasta que Jackson dijo...




Cinderella y los 7 enanitos (Got7 y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora