El Portal Mágico 1: Un Lugar Llamado "Mundo"

Parte 1. No Quiero Mudarme de Nuevo

Uff... Qué mal rollo... Iré a bailar a un escenario...

Ah, antes de nada, me tengo que presentar, lo siento. Me llamo Lia y tengo 12 años. Justamente al terminar 6º, mis padres se separaron, y yo me fui a vivir a Barcelona con mi madre, y ​​mi padre se quedó a vivir en Girona... y desde entonces mi madre empezó a buscar por Internet unas cosas de... Bueno, si deseáis saber lo que pasó después, ¡leed la historia!

Aparte de eso, os quería hablar sobre mi cumpleaños, que es dentro de dos semanas, ¡y todavía no he hecho amigos!

¡Es que, además, NO TENGO NI IDEA de por qué mi madre me ha cambiado de colegio! ¡Sólo he hablado unas dos veces con las chicas que se sientan conmigo en el Insti, pero, aparte de eso, nada más! ¡Encima, en mi mesa, se sienta un chico que se va sacando los mocos de la nariz y los va pegando debajo de ésta!

Cuando he llegado a casa, mi madre, en vez de decir: <<¿Qué tal, hija, cómo te ha ido el primer día de Instituto? ¿Interesante? ¿Has hecho nuevas amigas?>>, que es lo que diría una madre normal, me dice: <<Quería decirte algo, Lia, pero, antes de nada, lava los platos, por favor; bueno, mejor no. Lo único que quería decirte es que... ¡nos mudamos dentro de poco!>> Qué fuerte, ¿verdad? Si hubiera sido una madre comprensiva, yo me hubiera desmayado allí mismo, pero como no lo era, no lo he hecho.

<<¿Qué te parece? ¡Será dentro de tres semanas!>> Primero cierro los ojos, los abro, los cierro, y así repetidamente, hasta que me voy a mi habitación como una zombi.

Me olvidaba de algo... ¡Ah, sí!

A ver, yo antes no vivía en Barcelona, ¿vale? Vivía en Tarragona felizmente con mis padres y amigos (amigos de VERDAD), hasta que pasó lo que os he contado, y, como mis abus* viven aquí, en Barcelona, mi madre decidió apuntarme a un Insti de aquí cerca.

Lo que me preocupa más, sobre todo, es encontrar a los compañeros de coreografía. ¡No tengo amigos, todavía!

Hoy en clase hemos hablado sobre esto y yo, no sé por qué, he dicho:

-Ehm... Rosa... Creo que yo no... Eh... No podré hacer la coreografía -le digo a la Profesora Rosa.

-¿Por? -Pregunta ella.

-Pues porque me mudo a Nueva York con mi madre dentro de muy poco -todos los compañeros de clase me miran hipnotizados.

-¡Qué pena, Lia! -Me dice- ¿Pero estás SEGURA que te vas de verdad?

-¡Que sí, que sí! Muy segura. -Uuupps... Creo que... no debería haber dicho eso.

-Pues, entonces, nada.

Y seguimos la clase como si nada hubiera pasado. Lo que me ha extrañado más, sin embargo, es que las dos chicas que están en mi mesa (una delante de mí y la otra al lado mío) me han estado mirando TODO el rato con cara extraña. Cuando ponía la mirada en ellas, ellas me la apartaban. Y cuando yo me giraba, ellas me miraban.

Entonces, cuando la Profesora Rosa nos estaba explicando qué era el radio y el diámetro de un círculo (no de una redonda, no, de un CÍRCULO. Ya ves, tú, qué diferencia), una de las dos chicas ha aprovechado la ocasión para pasarme un papel. No sabía si leerlo o no leerlo, no estaba segura.

Entonces ha sonado la alarma. ¡Ya nos íbamos al patio! ¡Bieeen!

Cuando he cogido el desayuno, he visto que todavía tenía el papel allí dentro. Lo he mirado de nuevo. ¡Ay, no sabía qué hacer con él!

Entonces lo cojo y lo tapo con la envoltura del bocadillo para que la Profesora no lo viera. Bajando las escaleras, veo que pone:

Lia, en la planta baja del patio quedamos en uno de los bancos. Ya me verás. Clara :)