¡Estábamos súper guapas! ¡Yo me había convertido en una hada, y Maria, e incluso Clara! Yo tenía un vestido verde y blanco, sin tiras ni mangas. Tenía unas mayas iguales que el vestido, solo que una era blanca y verde, y la otra negra con topos verdes. Tenía unos zapatos Japoneses. ¿Sabéis esos que llevan las Japonesas, con tacón? Pues esos. En las muñecas tenía unas cintas verdes, como gomas de pelo. Y, el pelo... ¡lo tenía verde! En la cabeza tenía como dos antenas, también verdes, y unos cubos que me recogían la coleta, con mis típicos rizos.
Maria tenía unos shorts y una camiseta súper original, con las mangas transparentes, al final, más anchas que la parte de arriba. Ella también tenía unas mayas, pero con el comienzo en punta, y azules hasta la rodilla; entonces se volvían negras. En los tobillos tenía dos brazaletes transparentes azules, y unos zapatos azules, también. En las muñecas tenía los mismos brazaletes que en los tobillos, ¡y el pelo lo tenía AZUL! Estaba recogido en una coleta muy fina, y con una pinza que le daba un toque de elegancia en el flequillo. Y también tenía un signo de infinito en la cabeza, y... unas alas.
Y, finalmente, Clara, que tenía un vestido parecido al de su hermana gemela, pero con una falda rosa transparente súper mona (pero no se le veía nada, ¿eh? XD). Tenía unas mayas un tanto extrañas, porque se cogían con los zapatos, y mi sensación, la primera vez al verlas, ha sido unas botas que se cogen al cuerpo azules. A parte de eso, también tenía unas mangas muy chulas, contrastando los colores azul y negro. Ella también tenía el pelo azul, como Maria... En resumen, que el pelo lo tenían igual: azul, con la misma pinza, y recogido en una coleta. Pero ella tenía, en vez del signo de infinito, el dibujo de una corona, y también... unas alas. Y yo me pregunto... ¿por qué no tendré unas alas? ¿Y por qué yo? Hm....
-¡Chicas, estáis espléndidas! -No paraba de admirarnos Anna- ¡Me encanta!
-¡Madre, para ya, que se están sonrojando! -Y, efectivamente: Pinky tenía razón otra vez.
-Chicas, ahora os tenéis que presentar en la clase. Normalmente dura 1 hora, pero como hoy es un día especial... durará la mitad. ¿Podéis esperar, por favor?
-¡Claro que sí! -Respondimos.
Al final, muertas de miedo y de vergüenza, entramos.
-¡Hola, chicas! Entrad, entrad -nos saluda la profesora, y nos sentamos- No, no, por favor, no os sentéis aún, venid aquí -nosotras vamos donde nos indica ella, y aprovechamos para observar las nuevas caras de nuestros compañeros-. Clase, estas serán las alumnas nuevas. Por favor, el máximo de respeto, que son la salvación a nuestro reino -y ya, al fin, nos sentamos-. Hoy, enseñaremos lo básico. No haremos prácticas ni nada, solo teoría: qué se puede hacer con la magia. ¿Es lo más importante, de acuerdo? ¡Escuchadme atentamente!
-¡Síii! -Responden a coro nuestros compañeros.
-Perfecto. Ya podemos empezar. Primer paso: QUÉ se puede hacer con la magia. ¿Alguien lo sabe? ¡No tantas manos levantadas, por favor! -Dice, cuando ve que solo dos alumnos la han levantado- ¡Belinda! A ver, ¿qué crees que se puede hacer con la magia!
-Ehm... Transformar cosas...
-¡Un momento, un momento! ¡Lo que acaba de decir Belinda es muy importante! TRANSFORMAR "COSAS". Os explico cómo va el curso, porque creo que seguís sin entenderlo. El primer curso, donde estáis vosotros: aprenderéis a saber qué es la magia, haréis pociones mágicas, moveréis cosas de sitio, haréis que un objeto se endurezca, y lo demás... lo tenéis que adivinar vosotros ahora. ¿Entendido? La magia la hacéis en el tercer curso, y volar, en el segundo. -Cuando vio que ya estaba un poco más claro, continuó- Bueno... ¡Más manos, por favor!
-Puede que... no sé, podamos escribir con las manos -dijo Maria.
-¡Muy bien!
-¡¿Quée?! -Exclamamos.
-¡Y tanto! Es lo básico. Ya iréis practicando. ¿Algo más? ¡Venga, que hay muchas!
Cada mano que veía, algo que decía. Escuché muchas ideas, incluso de Clara, pero mías, ni una. Escuché, por ejemplo (algunas, muy locas, pero ciertas):
-¡Dar palmas y que se apaguen las luces!
-Sí, pero primero tendrías que hacer unos gestos mágicos -contesta la Profesora.
-¡Recortar con los dedos!
-¡Claro! Pero tenéis que aprender a tener equilibrio con estas -contesta de nuevo.
-¡Hacerse pequeño!
-¡No, he dicho que no, Marina! ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? ¡Ya se lo he dicho a 5 hadas! -No paraba de repetir y repetir la Profesora. Por cierto, ahora que me doy cuenta... ¡no ha dicho cómo se llamaba! Qué raro... Después se lo preguntaré...
Escuché ideas que me gustaron mucho, algunas más, otras no tanto. Cuando ya terminó la clase de magia (fue bastante interesante. ¡Salieron ideas que nunca hubiera imaginado! XD), todas las hadas y gnomos (en realidad los gnomos no son "gnomos", si no que son hadas como nosotras, pero en chico XD) salimos de la clase. Todos, menos yo. Os preguntaréis: ¿y Clara y Maria? Pues bien, se habían hecho una "amiguita", Marina.
Tenía el pelo pelirrojo y los ojos verdes. Llevaba un vestido corto amarillo con unas mallas de flor abajo, con muchas pecas en la cara y sin zapatos. Tenía una piel muy blanca. Parecía muy delicada, y una trenza muy gruesa, como la de "Frozen (la película)". Y, por fin, le pude preguntar a la profesora:
-Profesora, una pregunta... ¿cómo te llamas?
-Mi nombre es Alba. Estoy muy contenta de que me lo hayas preguntando. Estaba esperando a que alguien se diera cuenta.
-¿Ah, sí? -Pregunto, orgullosa de mí misma XD.
-¡Y tanto! Pero nadie me lo había preguntado... hasta ahora. Ya que te has molestado, Lia, te quisiera enseñar las aulas donde haremos las diferentes materias. ¿Querrías?
-¡Claro que sí! ¡Mucho!
-¡Perfecto! ¡Vamos!
Yo la sigo, ilusionada por saber a dónde me llevaría. En ese momento, fue extraño, pero no pensé ni un poco en mis amigas... Clara y Maria. Bah, seguramente me habrían olvidado por Marina... No me dirigieron la palabra durante toda la clase. Me cogió una rabia... Pero, en el fondo, estaba contenta, porque había sido la primera en preguntar el nombre de la profesora.
***
Mientras tanto, estaba esperando a que viniera la profesora para que me abriera la clase, porque se le había perdido la llave. Miré lo que pasaba en el patio detrás del cristal: todos los alumnos jugaban y hablaban. Maria y Clara, claro, estaban con Marina, y parecían muy buenas amigas... Estaban jugando a piedra, papel y tijera. Siempre ganaba Clara, y pocas veces ganaban las otras dos. Cuando se aburrían, jugaban a pica-pared, o a otros juegos estúpidos... Yo, cuando estoy con Clara y Maria, nunca jugamos a esas cosas, y menos al pica-pared. Siempre jugamos a "Mata conejos" con más gente del Insti, jugamos a Baloncesto con otras chicas, hablamos, vamos a la Cafetería... ¡Pero al pica-pared...! ¡Parecían niñas de Inicial! Las otras hadas jugaban a cosas más interesantes...
De repente, Marina llevó a Clara y Maria hasta un lugar donde no las vieran los profesores, no sé por qué. Vi cómo se sacaba algo del bolsillo de su vestido... ¡Y me di cuenta de que era una varita mágica! Le dijo algo a mis amigas en el oído, entonces dijo unas palabras, giró la varita unas 3 veces, y... ¡PUFF! ¿Qué pasó? ¡Pues que desaparecieron! ¡Me quedé con un palmo de narices allí delante, viendo cómo poco a poco se iban esfumando! Me rasqué los ojos unas 3 veces para ver si todo lo de las hadas, el Castillo, Joe McClark... eran un sueño o una realidad... Pero me equivoqué. Eso... no era un sueño. Para nada lo era.
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El Portal Mágico 1: Un Lugar Llamado "Mundo"
FantasyEsta historia explica el comienzo de una nueva amistad. Lia, la cual será quien contará la historia, tendrá que superar muchos obstáculos, con problemas familiares, pensamientos e imágenes extrañas, problemas de amistad... Con todo esto, también via...