El Portal Mágico 1: Un Lugar Llamado "Mundo"

Parte 32. La Última Puerta II: Dos Espejos

Me quedé patidifusa. ¡No podía ser! No era posible...

La observé como un leopardo observa a su presa para cazarla. Sus ojos eran iguales a los míos, del mismo color, y el pelo también. Los rasgos de la cara eran, puede ser, un poco más traviesos que los míos, y en la boca tenía una gran sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.

Pero me fijé en el pelo. Lo tenía corto, y solo le llegaba hasta las orejas. El flequillo lo tenía a un lado, recogido, supongo, con una flor blanca. Llevaba un vestido blanco, y en la mano tenía bien cogido el mismo espejo que me encontré... Lo saqué. Al sacarlo, en su cristal apareció una chica llorando. En el ojo, parecía que estuviera recordando a una chica... Esa chica era la de la bolsa... No podía creerlo... 

De repente, la chica se mueve, como si algo, o alguien, la estuviera molestando o inquietando. Me quedé como diciendo: "¡¡¿Y ahora qué se supone que tengo que hacer yooo?!! ¡Ayúdame, mamaaa!". Cuando ya estaba dispuesta a salir, una voz femenina me llamó:

-No te vayas.

Me giré despacito, como si mi padre me hubiera dicho que no podía salir a la calle, que estaba castigada.

Tragué saliva, y di un paso al frente.

-Hola -empezó, como si lo que hubiera pasado fuera lo más normal del Mundo-. ¿Me he despertado? No me lo puedo creer... Esto es imposible.

La miré, esperando a que dijera algo más; y, efectivamente, prosiguió:

-Por si no lo sabes, tú estás aquí por "algo". No estás aquí por casualidad. Así que te explico. Primero de todo, me llamo Anna. Tengo 12 años, y, como podemos ver, soy igualita a ti...

Asentí, y la dejé continuar.

-Me borraron la memoria, como a ti y a Becca, y las tres tenemos que recuperar nuestro pasado.

Flipé. Esa tía estaba loca.

-Jajaja, qué chiste más bueno. Eh, lo siento muchíiisimo, pero me tengo que ir, eh, a... A hacer yoga.

-No es mentira. Todo lo que te estoy contando es verdad... Me encerraron aquí, en esta habitación, porque yo sabía lo que pasaba. En cambio, vosotras dos... -dijo, refiriéndose a mí y a Becca- no.

-Pero... ¿Quién te encerró? ¿Y por qué Pinky ha querido que yo lo supiera, y no Becca?

-Jeje, ahora que la mencionas... Tenemos que encontrarla.

-¿A qué te refieres?

-La han atrapado. Todo esto es una trampa. Son grandes pistas metidas en una gran trampa.

-¿A dónde vamos? 

-Primero de todo, como todavía nos quedan 45 minutos, tenemos que debatir nuestras... Eh... Opiniones.

-¿Lo dices en serio? -Le pregunté, medio en sorna.

-Sip. Por si no lo sabías, he vivido momentos como estos...