Me desperté rodeada de árboles y vegetación. Hacía mucho frío. Me di cuenta de que estaba sola, y a mi lado tenía una maleta. La abrí, y dentro había una nota:
Habéis llegado al final. ¡Muchisísimas felicidades! Espero que, Lia, hayas podido entender por qué habéis estado a punto de morir, y un rato en el prado verde, sin hacer nada.
Dejando a parte el pasado... Lia, en esta maleta hay ropa para que te cambies, ya que, en el Castillo Encantado hace un poco de frío, como habrás notado. No te hagas preguntas. Ahora solo sigue adelante, adelante. No te gires para mirar atrás.
Pinky xoxo
Me guardé la nota en mi bolso, para no perderla por si la necesitaba, y saqué lo que necesitaba sacar de la maleta. Me saqué unas ropas nuevas, y unas botas especiales para que no se me mojaran los pies (por si había charcos XD). Me cogí la goma de pelo que tenía atada a la muñeca de la mano y me la até en el pelo. Ya estaba preparada para la misión.
Seguí camino adelante, sin mirar atrás, como me había dicho Pinky. Después de estar un buen rato caminando y observando las cosas de ese sitio, llegué. Delante mío había un magnífico Castillo azul, lleno de reflejos geométricos. Era muy alto. Cogí aire, y entré.
Había un recibidor muy grande. Como se suponía, no había nadie. Seguí adelante. A los lados del Castillo, había cuadros de diferentes personas. Llegué a la planta dos subiendo unas largas escaleras con una alfombra roja de tul, donde aún habían más cuadros. Seguramente esos cuadros serían de las personas que vivirían aquí antes, hace mucho tiempo...
Me fijé en un cuadro de familia. No me lo podía creer... ¡E-era yo de pequeña! N-no podía ser... Lo arranqué de la pared cuidadosamente, y lo estudié. ¡Eramos yo y la otra niña de pequeñas! Pensé que esto era una broma, pero no. Seguí escaleras arriba, con el cuadro en la mano. En cada escalón, había un cuadro donde salía yo, con alguien, o con nadie. Llegué a la tercera planta. Era una gran sala, con una mesita de té en medio de dos sofás medianos. Me senté, y pensé sobre ese lugar, sobre si alguna vez había estado allí... No me venía nada a la cabeza, hasta que decidí tomarme un té. Me lo eché en una fina tacita. Me lo bebí todo, pero, al acabar, me fijé que en el fondo de la tacita había una pequeña nota escrita, donde se podía leer esto:
"BIENvENIdA, MIss. LIA"
Me asusté. ¿Cómo sabían que estaría allí? ¿Quién había escrito éso? ¿Y había alguien vivo, allí dentro? También me guardé la nota en el bolso, y seguí caminando, aunque me di cuenta de que ya no había más pasillos. Habían habitaciones. Era un largo pasillo con 4 habitaciones en total. Decidí entrar en la primera, para averiguar qué había dentro.
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El Portal Mágico 1: Un Lugar Llamado "Mundo"
FantasyEsta historia explica el comienzo de una nueva amistad. Lia, la cual será quien contará la historia, tendrá que superar muchos obstáculos, con problemas familiares, pensamientos e imágenes extrañas, problemas de amistad... Con todo esto, también via...