Capitulo 38 - Confesión

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Katniss P.O.V

Esta aquí, adentro y con él. Siento como me hierve la sangre al pensar en que puede aprovecharse de esto. Odio sentir esto, odio necesitarlo tanto, odio estar enamorada. Porque una vez que lo estas, no hay vuelta atrás. Te hace débil y puede destruirte en segundos, al igual que reconstruirte en milésimos.

–El doctor dijo que solo será por unos días, recordara todo Katniss.

Asiento e intento ocultar mi molestia.

–Te molesta ella, ¿No es así?

–No quiero hablarlo contigo, solo dime cuando se ira de aquí.

–Pues, hoy. El doctor ha dicho que mejor será contarle todo y él ira recordando de a poco.

Alivio, es lo que Siento y no lo puedo negar que siento.

Las horas pasaron y el doctor solo vino a decirnos que necesitaba reposo, mucho, por lo cual no podrá trabajar. Haymitch ya entro a hablar con él y aclararle algunas dudas que tenía. Yo fui por algo de ropa a casa y se las traje, tendrá que usar muletas por unos días, hasta que le saquen el yeso.

El camino a casa fue silencioso, por mi parte no le dirigí ninguna palabra. Estaba molesta y no quería agarrármela con él.

–¿Estarán bien?. –pregunta, Haymich. El auto se detuvo y él nos miró a ambos.

–Sí, estaré con él en todo momento. –le aseguro.

–De acuerdo.

Bajamos y Haymich se adelanta para ayudar a Peeta, le entrega sus muletas y nos quedaba un recorrido. Nos despedimos de él y le ayude a caminar hasta llegar a la entrada. Abrí la puerta y él se adentró con dificultad, con el tiempo se acostumbrara a usarlas.

–Te acompañare al cuarto.

Él se detiene en el medio del pasillo y me quedo a su lado esperando a que avance pero no lo hace. Levanto la cabeza y lo encuentro mirándome.

–No, yo quería disculparme...–comenzó– Lo siento, por lo de hoy. Estabas ahí y yo solo dije que quería verla... lo lamento.

Su disculpa fue sincera y en sus ojos pude ver el arrepentimiento.

–Está bien, estabas confundido, aún lo estas.

Intento hacerlo avanzar pero no lo hace, se queda en el lugar. Esta vez, deja de mirarme unos segundos indeciso de si hablar o no. Lo primero que pienso es que podría sentirse mal o estar recordando algo justo ahora.

–¿Te sientes bien?

–Sí, pero quiero preguntarte algo. –levanta la mirada y puedo notar su inseguridad porque abre la boca para formular alguna palabra pero no sale nada de ella–. ¿M-e... me quieres?... o esto es lo mismo de antes Katniss, ¿Estamos fingiendo de nuevo? ¿O en verdad quieres casarte conmigo?.

Luego de sus preguntas hubo silencio departe mío y el pareció que le había respondido, entonces asintió e intento avanzar solo, entonces hable.

–Esto fue mi culpa, tú estabas trabajando demasiado y yo cuidaba a Gale. No pasábamos demasiado tiempos juntos, hasta que un día fui a tu trabajo con intenciones de verte y vi que estabas hablando con una chica, ella te sonreía y tú igual, incluso intente no sentirme así, pero no pude. Tenía miedo, lo admito, miedo a que te dieras cuenta de que ella era mil veces mejor que yo y lo es...–me detuve unos segundos y vi su expresión, estaba atento a lo que decía–... Me sentía celosa de ella. –admito con dificultad. No se me da bien decir lo que siento y lo saben. Pero era hora de que supiera como me sentía–... Te quiero, lo hago y el simple hecho de sentir que te perdía otra vez, me hacía sentir rabia. Porque no te he dicho todo lo que siento por ti, lo que haría por ti. Peeta, tú eres quien me da la paz que necesito en mi vida. Te necesito.

La vida de los Vencedores : Después de los Juegos. [DETENIDA TEMPORALMENTE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora