Capítulo 11

919 22 5
                                        

-No creo que sea ella.-Dice fijando la vista para intentar ver através del cristal.

-Es ella.

Justin se fija más todavía-Es verdad y ¿qué hace ella con tu padrastro?

-No lo sé, aunque antes cuando estábamos en casa estaba llamando para que la abriera su padre.

-¿Es su padre?-Justin pregunta asombrado.

-No lo sé, yo no lo conozco apenas.

-Bueno, luego le preguntas, ahora vamos a olvidarnos de eso y a disfrutar de la película.

-Si, mejor.

Estamos viendo la película y yo tengo mi brazo tendido sobre el reposabrazos. No dejo de mover la mano, no puedo parar de pensar en lo que acabo de ver. ¿Es posible que Brooke sea hija de Matt? ¿Seríamos hermanastras?

*NARRA JUSTIN*

Ariel parece muy nerviosa, no para de moverse en su asiento, tiene que ser un poco sobrecogedor ver a tu padrastro y a la chica que te pegó un puñetazo. Le cojo la mano. Parece tranquilizarse, aunque sigue moviendo las piernas. Cojo y se las paro y me quedo mirando sus preciosos ojos verdes. Me sonríe. Su sonrisa es la más bonita que he visto nunca. La beso, sus labios son lo mejor que han tocado los míos. Son como dos nubes de chuchería.

La quiero. Es la única persona a la que he amado. Nunca sentí con Brooke lo que siento con Ariel. Odio haberle dicho a Ariel lo mío con Brooke. Cuando termino de besarla vuelvo a mirarla. Se sonroja. Me encanta cuando hace eso.

*NARRA ARIEL*

La película ya ha terminado y Justin y yo nos dirigimos fuera del cine para ir a tomar algo.

Mientras andamos por las calles de Stratford voy pensando en el beso que me ha dado. Me ha pillado despistada. Siempre hace eso y me encanta. Es muy dulce. Adoro sus sensuales labios que parecen haberse hecho expresamente para besarlos, también adoro sus ojos color miel, esos que me miran a veces con dulzura y otras con lujuria.

Justin me lleva a una pizzeria a cenar. Pedimos y nos sentamos en una mesa.

-¿Qué te ha parecido la película?-Me pregunta Justin.

-Muy entretenida.-Le digo con una risita juguetona.

-Para mí también.-Me vuelve a mirar con lujuria.

Quiero seguir jugando con él. Vamos a ponerlo a prueba.

-No me gusta dormir sola.

-¿Por qué no?

-Porque la cama se me hace enorme. Necesito a alguien para rellenar el hueco que sobra.

-¿Sí?-Pregunta con los ojos muy abiertos.

-Si, alguien como...

-¿Cómo quién?-Me mira juguetón.

-Alguien como aquel chico con el que te peleabas anoche.

-¿En serio? No te conviene meter a ese en tu cama.-Dice en tono despectivo y con cara de pocos amigos. He conseguido tocarle la fibra.

-¿Y a quién me conviene meter en mi cama?

-No sé...-Dice moviendo los ojos como buscando a esa persona, a la que seguro, que es él. Me río.-¿De qué te ríes?

-De la cara que has puesto cuando te he dicho que quería meter a ese chico en mi cama.

-Ah vale, me alegro que te resulte gracioso.-Dice, acabando de pillar mi truco.

-Era broma, si tuviera que meter a alguien en mi cama, sólo sería a ti.

TroublemakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora