El beso dulce poco a poco se fue convirtiendo en pasional. Justin introducía su lengua en mi boca lentamente. Yo no la rechazaba y entrelazaba la mia con la suya. Él hacía que me faltara aire, pero me daba igual, era muy agradable sentir sus dulces y sensuales labios junto con su lengua juguetona.
Justin agarra mi ropa y tira de ella para atraer mi cuerpo hacia el de él. Mi pie roza su miembro involuntariamente, noto como se excita. Me separo de él, necesito aire.
Él se quita la camiseta y deja al descubierto sus músculos definidos y sus tatuajes marcados en la piel. Intenta quitarme la camiseta a mi, pero le paro.
-Para Justin.-Digo sujetándome la camiseta.
-¿Qué pasa?
-Creo que esto va demasiado deprisa, sólo hace tres días que te conozco.
-Es verdad, perdón si te he incomodado.-Dice poniéndose su camiseta de nuevo.
-Bueno, no pasa nada. Ahora ya puedes contarme tu historia, he cumplido tu trato.
-A medias.
-¿Cómo a medias?
-La película no ha terminado.
-¿No?-Pregunto un pelín asustada.
-No, pero con tu final improvisado, me conformo.-Dice con cara juguetona, recordando nuestro apasionado beso.
-Entonces voy a quitarla.
Quito la película rapidamente para evitar mirar a la pantalla. Cuando termino me siento en el sofá a escuchar la historia de Bieber.
-Bueno, cuando quieras puedes empezar.-No quiero presionarle.
-Vale. Bueno mis padres me tuvieron cuando eran jóvenes y se separaron cuando yo tenía diez meses. Yo veía poco a mi padre, pero mi madre me quería muchísimo además de mis abuelos. No teníamos demasiado pero nos las apañabamos. Mi madre trabajaba muy duro para que nunca me faltara de nada y nunca me faltó.
Yo era un niño normal hasta que un día cuando yo tenía 16 años apareció mi padre con un hombre desconocido para mi. Ese hombre me dijo que yo podría conseguir todo el dinero que quisiera si iba con él y con mi padre.
Así que le pregunté a mi madre pero me dijo que no fuera.
No le hize caso y me escapé con mi padre.
Llegamos hasta Montreal y allí me explicaron todo lo que tenía que hacer para conseguir ese dinero.
Tenía que pelear, en peleas duras. En las que todo esta permitido. Podía ser que fuera golpeado con lo que fuera y no pasaba nada. Era una locura pero mi padre me hizo picar y acabé accediendo.
Entrené muy duro y cuando tuve mi primera pelea gané. Era tan duro que tomé mucha reputación y mucha gente apostaba por mi, y ese dinero de las apuestas yo sólo me quedaba con una parte, el resto se lo quedaba mi padre. Al principio me sentía bien, pero luego vi lo que le hacía a la gente y quise salir.
Un día le dije a mi padre que quería dejarlo pero me lo impidió porque ganaba mucho dinero a costa de mis peleas. Así que tuve que volver a escaparme.
Cuando regresé a casa, mi madre estaba muy dolida por lo que hize pero me perdonó.
Un día recibí la noticia de que mi padre había muerto. Lo mataron porque cogió el dinero de unas apuestas a favor mío pero como yo me escapé y no peleé, mi padre se quedó el dinero y no lo devolvió, hasta que lo encontraron y lo asesinaron.
El hombre que vino con mi padre a buscarme me lo dijo y también que tenía que seguir peleando para devolver el dinero que mi padre había robado o sino podría ser que yo y mi madre corrieramos peligro. Así que tuve que volver a pelear, hasta ahora.

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Troublemaker
FanficCreía que mi vida ya no tenía ningún sentido, y lo más sensato que se me pasó por la cabeza en ese momento de incompetencia fue el suicidio. Pero tras mi encuentro con él aquella noche lluviosa de invierno hizo que cambiara todos los esquemas de mi...