Troublemaker

Capítulo 29

Pasa su lengua por mi cuello, humedeciéndolo. Luego atrapa mi cara con sus manos y me da un beso tan carnal que me deja sin aire.

Cuando me separo para tomar aire, me coge, haciendo que anille mis piernas a su cintura, y me lleva hasta la cama.

Rápidamente se desprende de su camiseta blanca de tirantes, dejando ver su torso definido, las marcas de los golpes y varios tatuajes. Paso mis dedos lentamente por sus abdominales y noto como "su amiguito" se alegra de que lo haga. Encierro mi cara en su cuello y huelo su fragancia. Él hace lo mismo mientras vuelve a besarlo.

Empieza a quitarme mi camiseta.

-¡CHICOS ¿DÓNDE ESTÁIS?!-Grita Sam, advirtiéndonos de que subía. Justin se pone su camiseta y yo me coloco la mía en su sitio.

Él pone una mueca dando a entender que no está contento.

Sam entra en la habitación.

-Ah, estáis aquí. Os buscaba para deciros que sí podeís ir a la playa, pero yo debo ir con vosotros.

-Vale.-Digo, alegrándome por la idea.

-Pues preparaos que nos vamos en seguida.-Nos dice y sale del cuarto.

-Venga Justin, vamos.-Digo levantándome de la cama para prepararme.

-Bueno, si no hay más remedio. Eso sí.-Dice levantando su dedo índice para dar más énfasis a lo que iba a decir.-Cuando volvamos, pienso acabar lo que he empezado.-Él también se levanta y sale del cuarto para prepararse.

En menos de quince minutos ya me encuentro abajo con Justin, junto a la puerta, con nuestros trajes de baño puestos, esperando a Sam.

Cuando aparece, subimos al coche y ponemos rumbo a la playa.

Yo me siento delante, ya que así me ordena Sam, y Justin detrás.

-Escuchad chicos, sé que sois novios y que como tal pues demostráis vuestros sentimientos, pero no podeís hacer lo que estábais pensando cuando entré antes en el cuarto. Se supone que sois hermanos y eso no es lo que hacen los hermanos.

-Lo sentimos.-Digo avergonzada al hablar de ese tema.

-Imaginaros si hubiera entrado Matt y no yo, seguro que Justin no dormiría ni en la misma planta que tú.

-Vaya.-Exclamo al saber una ligera idea de, el que hubiera sido, el plan de Matt.

-Yo no veo mal que hagáis esas cosas, siempre y cuando llevéis precauciones y nadie os vea y lo sepa, porque sino se arruinaría todo.

Es muy raro hablar con Sam de sexo. Yo estoy tensa y avergonzada por estar hablando de eso, pero miro a Justin por el espejo retrovisor y parece estarlo más que yo. No puedo evitar reírme al verlo.

-¿Te hace gracia lo que te estoy diciendo Faith?-Pregunta seria Sam.

-No, es que me he acordado de una cosa que sí lo era.

Hace una mueca, que me da la sospecha, de que no se lo cree. Seguimos en el coche, en silencio, de camino a la playa de Santa Mónica.

En menos de quince minutos llegamos. La playa es preciosa y se puede ver en el muelle, el mítico parque de atracciones que la caracteriza.

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Sam va delante y busca un sitio discreto. Justin y yo la seguimos hasta una zona con algunas rocas.

Yo, enseguida, me desprendo de mi ropa, quedando sólo con mi biquini y me tumbo sobre mi toalla extendida sobre la arena.

Como agradezco la luz solar sobre mi blanquecina piel. Cierro los ojos y me relajo.