*NARRA JUSTIN*
Corro hacia el coche y me dirijo a la antigua cabaña.
Tengo el corazón en un puño. Pensar que puedo encontrar a Ariel. Lo único que quiero es que esté allí.
La cabaña estaba bastante lejos del pueblo, medio perdida en el bosque. No hay una carretera que llegue hasta la cabaña, así que aparco el coche en la orilla del bosque.
Mi abuela decía que este bosque era especial, por eso mi abuelo construyó aqui la cabaña.
Comienza a llover, pero nada me va a detener.
Empiezo a caminar. Cuanto más me acerco, más nervioso estoy.
Ya veo parte de la cabaña, y sin pensarlo, empiezo a correr.
*NARRA ARIEL*
Hace un poco de frío en la cabaña, pero no me importa.Ya nada me importa. Veo la sangre seca de mi brazo y de mi ropa. Creo que esa es la solución. Cojo otra vez el cristal con el que me corté la primera vez. Empiezo a llorar de nuevo. Señalo con el cristal donde haré esta vez el corte. Me tiembla la mano. Mis lágrimas no me dejan ver casi nada, pero noto el cristal. Comienzo a hundirlo en mi piel de nuevo.
-¡NO LO HAGAS!-Alguien me grita. Conozco su voz y eso hace que llore más y quiera hundir más el cristal, pero él me para.
-Por favor no lo hagas. No puedo vivir sin ti.-Dice quitándome el trozo de cristal de las manos y tirándolo lejos de nosotros.
-Pues yo creo que la otra noche, podías perfectamente.-Le reprocho, haciéndome llorar más.
-Ariel, sé que me he comportado como un capullo y te pido perdón. Me siento el hombre más despreciable por haberle hecho eso a la mujer que más quiero en este mundo. Intenté evitar todo lo que hizo Brooke, pero fue imposible. Hizo que Nathan te encerrara en el instituto para emborracharme y poder liarse conmigo. Luego pensaba que Nathan te soltara y te llevara a casa para que nos vieras, pero tú escapastes y cuando llegastes a casa, lo vistes todo. Ella se vistió como tú para que yo creyera que me estaba acostando contigo. Cuando me desperté, me la encontré. Te busqué para poder explicartelo todo, pero no te encontré, sólo tu teléfono. Recorrí todo el pueblo y nada. Me fui encontrando con gente y me fue contando cosas de lo que pasó y con cada cosa que me contaban me sentía peor por lo que hice.
Parece muy arrepentido. Me lo ha contado todo. Nadie nunca había hecho eso por mí. Todos me ocultaban lo que hacían. Justin no es como los demás. Es especial. Veo como agacha su cabeza por sus actos. Agarro su mano.
-Justin-levanta la cabeza para mirarme a los ojos- te perdono, ahora sé porque lo hiciste. Siento haberme marchado así, pero no podía seguir en un sitio, en el que pensaba, que nadie me quería. Me sentía solida y humillada. Durante toda mi vida, la gente me había tratado igual, pero cuando llegué aqui y te conocí, eso cambió, pero cuando ví esa imagen volví a pensar en todo lo de antes.
-No te disculpes, sólo yo tengo la culpa y no vuelvas a pensar que nadie te quiere.
Justin agarra una camiseta mía que asoma de la mochila que traje. Me envuelve la muñeca para que no me duelan los cortes.
-Gracias.-Le susurro.
-No, gracias a ti por perdonarme.
Estoy tiritando. Justin se da cuenta y me abraza. Acojo agradecida ese abrazo y me acomodo junto a su pecho. Echaba de menos ese calor, ese aroma, esas caricias. Lo echaba de menos. Las lágrimas que había abandonado vuelven a salir de mis ojos.
-No llores por favor.- Susurra mientras acaricia mi espalda para que me calme, pero sólo consigue que llore más.-Por favor no, no quiero ver que lloras por mi culpa.
-No lloro por tu culpa, es que todo esto me ha superado.-Me abrazo con más fuerza a él y poco a poco dejo de llorar.
Sigue lloviendo fuera y el frío del final de septiembre se cuela por las rendijas de la cabaña. Vuelvo a tiritar y Justin coje una manta que encuentra y nos cubre a los dos.
Envuelta con los brazos de Bieber y la manta, vuelvo a pensar con claridad. A este chico le importo, le importo de verdad y aunque haya cometido un error, estaba preocupado por encontrarme y disculparse. Me quiere y yo a él. Me acerco a sus labios, los beso. Él parece agradecido de que lo haga y yo también lo estoy de hacerlo. Bieber introduce lentamente su lengua haciendo que se fusione con la mía.
-Gracias por aparecer en mi vida.-Dice Justin al separarse un momento de mis labios y juntando su frente con la mía.
-No, gracias a ti.-Miro fijamente a sus ojos color miel.
Me vuelvo a abrazar a él y esperamos a que deje de llover para volver a casa.
Por fin el tiempo da un respiro y deja de llover. Justin me ayuda a levantarme, me cubre con la manta, agarra mi mano entrelazando nuestros dedos y salimos de la cabaña para dirigirnos al coche de Bieber.
Andamos tranquilamente pero la lluvia se anticipa y nos obliga a ir corriendo. Entramos en el coche alocadamente.
-¿Estás bien?
-Sí.
-Bien, porque cuando vuelvas Sam y Matt tienen que hablar contigo.
-Me imagino.
-Ya, pero han pasado algunas cosas bastante raras.
-¿Cómo qué?
-Mejor que te cuenten ellos, además a mi también tienen que aclararme algunas cosas.
Dejando esa frase en el aire y Justin conduce de vuelta a casa.
(*) Muchas gracias por vuestros comentarios y vuestros votos, pero veo que la novela la lee mucha gente pero la mayoría no deja comentario, enserio me gustaría que me dejárais un comentario aunque solo pongaís "siguela" porque así yo podría saber que a la gente le gusta y que no hago esto para nada, sino que lo hago por una razón. Muchas gracias por leer.(*) Cris Martínez.
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Troublemaker
FanfictieCreía que mi vida ya no tenía ningún sentido, y lo más sensato que se me pasó por la cabeza en ese momento de incompetencia fue el suicidio. Pero tras mi encuentro con él aquella noche lluviosa de invierno hizo que cambiara todos los esquemas de mi...