Capítulo II

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—Cambio de planes, Rosa.

Me miró levantando su ceja, esperando una respuesta.

—En vez de ir a mi casa a comer pastel, vamos a ir a los bolos.

—¡¿Enserio?! Hace mucho que no juego. Qué genial —grita emocionada.

Ella podía estar feliz todo el día, es increíble la destreza que tiene para jugar bolos, fútbol, tenis y muchos deportes más. Pero yo... Yo en lo único que soy buena es animando a los jugadores de esos deportes.

—Yo no quiero ir —digo desanimada mientras salimos del baño.

—¿Por qué no? Mira, si es porque juegas pésimo no te preocupes...

—No bueno gracias, eh.

—Déjame terminar, tonta—Acomodó su cabello —. Yo puedo enseñarte o si lo prefieres, pídele a Rodrigo que te enseñe.

—Ja, sí claro. Lo más probable es que se burle de mí, sabes que no soy muy buena aprendiendo deportes y menos a su alrededor.

—Entonces reza para que quedemos en el mismo equipo para derrotar a tus abuelos —se comenzó a burlar.

La fulminé con la mirada. Era mala pero no tanto. Juego basquetbol, eso ya es algo.

—Qué graciosa eres.

(...)

Cuando entramos al salón y me senté en mi lugar, Rodrigo me saludó.

—¡Clase! Buenos días, espero que vengan con ganas de estudiar.

Un amargado '¡sí!' se escuchó en el salón, lo cual me causó mucha gracia y me reí. Rodrigo me volteó a ver y me sonrió. Ow.

Hoy vamos a estudiar los conceptos de la sexualidad. Para esto necesitó que formen equipos de seis personas y cada equipo elija un concepto de los que voy a poner en el pizarrón.

—¿Hacemos equipo? —me preguntó Rodrigo.

—Sí.

Después de elegir el concepto atracción y juntarnos con otras cuatro personas: Lucía, Rosa, Carlos y Gerardo, esperamos las indicaciones del maestro

—Bien, ahora quiero que entre ustedes escriban un diálogo, una obra o una representación que describa el concepto. Tienen veinte minutos.

No, no, no. Actúa rápido, rápido.Odio este tipo de trabajos donde básicamente pasas al frente para que los demás se rían.

¡Yo quiero narrar! —grité antes de que alguien más hablara.

—Tranquila, fiera —dijo Rodrigo y por un segundo creí que me pondría roja.

—¿Qué imagen se les viene a la cabeza cuando escuchan atracción?—pregunta Rodrigo. Su voz es algo entre la melodía más hermosa y la más sexi.

Lo que siento hacia ti, pensé.

—A mí, un chico lindo, alto, sonrisa bonita, cabello negro, ojos verdes... —habló Lucía.

Agárrenme que la golpeo.

No te preguntó tu pareja ideal, Lucía. Escucha bien —dije un poco molesta, Rodrigo no es mío pero menos de esa desgraciada.

Rodrigo me sonríe y eso me quitó un poco mi enojo. Entonces, Carlos habló.

—Creo que deberíamos de poner a dos personas y que hagan como un juego de miradas. Ya saben, cuando se cruzan miradas, se gustan y se casan. Esa mierda del amor a primera vista.

Deseo... deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora