Admito que la idea de ser padre me estaba empezando a gustar. Bueno, no tan así como encantarme pero la idea de un ser chiquito que fuese de mi sangre creciendo en la panza de Agus me ponía todo cursi y feliz. Había comenzado a trabajar en el taller mecánico de mi padre y había hecho un lugar en mi habitación para Agus y sus cosas. Decidí que vendría a vivir conmigo y luego podríamos mudarnos juntos a algún lado.
Todo parecía ir bastante bien. Lio pasaba de vez en cuando y dejaba uno que otro regalo para el bebe, Cruz me acompañaba a caminar para despejarme cuando me sentía estresado y tanto Sol como Luciana siempre estaban dando vueltas con Agus y viendo que no faltase nada y sea un bebe muy mimado.
Pero todo cambio cuando fuimos al control de los cuatro meses. Agus lo retraso un tiempo porque olvido el turno y terminamos yendo un mes más tarde. Cuando termino todo, ella se adelantó a ir al auto porque estaba cansada y yo me quedé a esperar a que la doctora me diera el CD con la ecografía. En cuanto la doctora salió, yo me levanté de mi asiento y fui hacia ella
-¡Que lastima que no pudimos saber el sexo del bebe porque no se dejo ver!- dije yo apenado
-Cierto, pero es común en los embarazos de cuatro meses que no se dejen ver enseguida.
-No doc, Agus esta de cinco meses, ya se tendría que dejar ver.
-Tal vez se confundieron con las fechas. Agus está embarazada de cuatro meses no cinco, aproximadamente desde Febrero.
Aquí no cuadra algo.
Saludé a la doctora con mi mejor sonrisa y fui hacía el auto donde mama nos esperaba y no pronuncié una sola palabra hasta que llegamos a casa y una vez que mama nos dejó solos, me senté en la mesa y saque la ecografía
-La doctora dijo algo interesante hoy
-¿Si? ¿Qué cosa amor?
-Dijo que estas embarazada de cuatro meses.
-Ah, puede ser que sea así.
-Yo hace cuatro meses no estaba en la ciudad. En Febrero pasé todo el mes en Mar del Plata
-Entonces debe haber un error.
Saque el CD y lo reproducí en la computadora. El grafico mostraba que por el tamaño no podía tener más de cuatro meses, estuvo allí junto a la imagen todo el tiempo pero no lo supe ver porque estaba demasiado emocionado por el bebé. Bebé que no era mío.
Agus estalló en suplicas acerca de que no podía tenerlo sola, que me amaba, que el bebé era mío en parte porque lo había cuidado. Que la perdonara, que ella no era mala, que se había equivocado. Pero no pude hacer más que irme a la casa de Lio, y en cuanto me abrió me desplomé en el suelo y todo se volvió negro.
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La Historia que nunca ocurrió
Teen FictionEsta historia nunca ocurrió, las personas aquí no existen. Nunca existieron. No es mi historia, ni la historia de nadie. Un grupo de amigos que van sorteando el mundo. Caminos que se cruzan, parejas, familia, lo de siempre. Pero es un secreto, nadie...