No podía creer lo que acababa de presenciar. En menos de un día Fran no tenía casa, trabajo, novia, ni hijo. Y ahora tampoco familia porque lo habían echado básicamente a patadas. Llamé a la puerta del señor Díaz para hablar y ver si podía hacerle entrar en razón pero lo único que sucedió es que la madre arrojó las cosas de Fran por la ventana a mi lado para que me las llevara. El, por su parte, estaba en mi casa hundido en el sillón esperándome.
En cuanto regresé con sus cosas me miró y sin decir una palabra se hizo un bollito en su lugar y se durmió. Todo parecía un caos ahora, creo que dormir no era la solución y sin embargo lo entendía ¿Qué más podía ayudar a calmar la cabeza?
Dejé sus cosas en una de las habitaciones. Obviamente le iba a dejar quedarse aquí mismo, después de todo a mi no me molestaba y no podía dejarlo en la calle. Solo debía limpiar un poco ya que hace mucho que nadie usaba ninguna habitación salvo la mía.
En cuanto volví a living y me fije que el estuviera bien, busqué mi teléfono para revisarlo. Tenía varias llamadas perdidas. Y eran de Lourdes y otras eran de Antonela. Y no importaban cuales fueran las razones, sabía que ambas tenían algo importante que decir.
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La Historia que nunca ocurrió
Teen FictionEsta historia nunca ocurrió, las personas aquí no existen. Nunca existieron. No es mi historia, ni la historia de nadie. Un grupo de amigos que van sorteando el mundo. Caminos que se cruzan, parejas, familia, lo de siempre. Pero es un secreto, nadie...