Narra Lionel:

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No podía creer lo que acababa de presenciar. En menos de un día Fran no tenía casa, trabajo, novia, ni hijo. Y ahora tampoco familia porque lo habían echado básicamente a patadas. Llamé a la puerta del señor Díaz para hablar y ver si podía hacerle entrar en razón pero lo único que sucedió es que la madre arrojó las cosas de Fran por la ventana a mi lado para que me las llevara. El, por su parte, estaba en mi casa hundido en el sillón esperándome.

En cuanto regresé con sus cosas me miró y sin decir una palabra se hizo un bollito en su lugar y se durmió. Todo parecía un caos ahora, creo que dormir no era la solución y sin embargo lo entendía ¿Qué más podía ayudar a calmar la cabeza?

Dejé sus cosas en una de las habitaciones. Obviamente le iba a dejar quedarse aquí mismo, después de todo a mi no me molestaba y no podía dejarlo en la calle. Solo debía limpiar un poco ya que hace mucho que nadie usaba ninguna habitación salvo la mía.

En cuanto volví a living y me fije que el estuviera bien, busqué mi teléfono para revisarlo. Tenía varias llamadas perdidas. Y eran de Lourdes y otras eran de Antonela. Y no importaban cuales fueran las razones, sabía que ambas tenían algo importante que decir.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2016 ⏰

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