Juan Cruz

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Entre la novia de Lionel y tirarme a un pozo, me tiraba al pozo.

La chica era insoportable. Cuando me dijo que estaban saliendo oficialmente, me dieron ganas de golpearle la cabeza contra la pared y hacerle entender que no era buena idea.

Ya era suficiente con que Fran este casi casado con Agustina que también tenía que aguantar a Lionel enamorado.

¿Celos? Para nada. La chica estaba con el por interés. Lionel no era un chico feo, pero sé que la había terminado de enamorar el saber que él era independiente totalmente de sus padres. Debieron ver la cara de ella cuando el abuelo de Lionel le regalo a él una camioneta. No tenía edad de conducir, pero podía ir practicando para sacar la licencia. Ella estaba como si de repente tuviera transporte para toda la vida. Creo que ni los de último año con los que nos juntábamos tenían coche.

Tampoco soportaba tanto a Sol y Luciana porque me parecían un poco huecas, pero de haberse quedado Lionel con una de ellas, hubiese estado más feliz que con Antonela. Me preguntaba si Lourdes era así como ella. Esperaba que no.

Simon había tenido una especie de enamoramiento platónico con una chica de la escuela pero la chica lo rechazo olímpicamente porque estaba enamorada de Ramiro. En venganza le dije a Ramiro que no le tocara un pelo jamás para que aprenda a no meterse con nosotros y Ramiro, sabiendo que había lastimado a Simon cumplió y con creces: Los siguientes fines de semana se agarro frente a ella a todas las amigas, las cuales no se negaron para nada a un par de besos. Fue un golpe duro, pero a Simon también le dolió que ella no le dijera un simple no, sino que le llamara bicho mudo rubio y estúpido. Desde ese momento no iba a dejar que ninguno de mis amigos fueran lastimados sentimentalmente. Y como siempre Fran y Lio se me escapaban de las manos.

Por mi parte, yo había tenido hace poco mi primer novia. Se me hizo raro algo formal, pero conocía a la chica del barrio hace mucho tiempo y comenzamos a salir. No duramos mucho, a mi me gustan las relaciones serias, pero me gusta más tener mi tiempo y no tener que compartirlo con nadie. Yo hacía mis cosas y mantenía a mis novias por otro lado. Me las arreglaba siempre. No les prometía amor, ni tampoco exclusividad, solo que si me necesitaban iba a estar y que las iba a tratar bien y ser sincero siempre. Recuerdo que un año me plantee besar a 365 chicas y ese año no me puse de novio con nadie, pero otro año decidí estar en relaciones abiertas y llegue a salir con cinco chicas, una cada día de la semana  y los fines de semana para mis amigos y mi familia. Suena extraño, pero las cinco sabían la una de la otra y no se sentían celosas. Yo no quería a ninguna más que a la otra, y me tomaba las molestias de irlas a buscar en su día a la escuela, pasar tiempo con ellas, cenar con sus padres, ir a sus cumpleaños, conocer a sus parientes, ir a sus shows de baile, canto o lo que practicaran e incluso ir a verlas si se encontraban enfermas los fines de semana. Pero eso sí, ninguna fue presentada ante Pablo. Sabía que si ese día llegaba, esa mujer se iba a convertir en mi esposa. Pablo era tan importante para mí que no aceptaría presentarle a alguien hasta estar seguro de que sea la indicada.

Pero todo era esporádico. Yo nunca fui detrás de una mujer, me resulta inentendible. Si querían irse que se vayan. No perseguí a mi mama ¿Por qué iba a hacerlo con una chica?

La Historia que nunca ocurrióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora