Arlo me soltó. Me miró por un momento, sentía que mi cara estaba como un tomate y desvíe la mirada. Luego el me abrazó. Sentí como apoyaba su cabeza sobre la mía, y cono sus brazos fuertes me encerraban en esa pequeña cárcel.
Me empezaba a gustar, la idea de conocer a Arlo. Parece un tonto, pero parece también un casanova. Es demasiado para mi, que alguien así se acerque a mi.
Es demasiado para mi, dejar ver lo que está en mi. Porque aunque sea un poquito la gente se aleja. Es quizás por eso que no aprendí a amarme. Pero me culpo a mi misma por dejar que sea así las cosas.
Pero las cosas fluyen rápidamente con solo un abrazo... Olvidé muchas cosas que sentía.
La calidez que transmitía me tranquilizó de alguna manera.
- Loella, déjame conocerte.
Asentí con mi cabeza.
Quería ver, que se sentía dar un poquito de mi a alguien así. Sólo un poco.
Arlo me abrazó con más fuerza. Pero no quería soltarme. Correspondi el abrazo. Le abracé e intenté hacerlo a la misma intensidad que el, pero mis brazos delgados se cansaron rápidamente.
¿Era así sentirse protegida? Si bien mi papa me daba abrazos así... Nunca sentí una calidez tan hermosa.
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Cartas a mi soledad [Terminado] #Wattys2016
Teen Fiction¿Qué es peor? Un psicópata a tu lado... O amarlo intensamente. "No necesitas mezclar la tristeza y el amor, cuando un hombre tiene un poco de ambas." Porque... Incluso darlo todo puede ser peligroso.