Abrázame.

73 9 4
                                    

¿Cuántas veces no había oído eso? Loella me miraba con o sin frío y me exigía un abrazo. Sentía como olfateaba mi ropa y mi cuello mientras la abrazaba y sentía la brisa de un suspiro a veces.

Se notaba como disfrutaba de mi. Y eso me hacía feliz.

- Arlo quiero que me abraces. Tengo frío.

Loella se había vuelto caprichosa... ¡Y quién soy yo para negarle sus caprichos! Era cariñosa, atenta. Amable. Era coqueta y sencilla. Todo eso lo era conmigo. Había sacado del capullo a Loella, yo me sentía orgulloso de eso.

Pero ahora, me pregunto incluso que había hecho. Por un momento la idea de matar a Loella dominó mi cuerpo completamente y preso de mis sensaciones y mis emociones. Me dejé llevar.

Loella estaba en el hospital. Llevaba días sin despertar, pero por lo que pude averiguar, ya había despertado ayer por la noche. Eso me alivio un poco, mas no pude quitar de mi mente que yo mismo... Casi mato al amor de mi vida.

Joder que era un imbécil. Lo soy. La amo, pero sólo la estoy lastimando y ahora solo muero por verla. Por sentirla cerca mío. Por oírla reír.

Extraño esos días cuando ambos éramos libres, de hacer cosas juntos de mirarnos frente a frente y terminar haciendo locuras. De jugar, llorar. Sentirnos vivos.

Loella había llegado en el momento justo a mi vida, cuando más necesité apoyo. Cuando más necesite el cariño humano.

Ella estaba ahí.

- Arlo, promete que no me soltaras.

No lo haría nunca.

- Promete que nunca te irás de mi lado.

Lucharía por ti siempre Loella. Siempre.

- Te amo.

Yo también.

Escuchaba su voz suave en mi cabeza, reprochandome así mi acción. Buscaría a Loella cuando supiese que ella este mejor. Pero esta vez tengo que tener más cuidado. Debo protegerla, debo protegerla únicamente.

Cartas a mi soledad [Terminado] #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora